Nos situamos en el martes de la semana pasada. Campo de prácticas de Pebble Beach. Justin Rose está pegando bolas y ve aparecer a Ben Schomin. El inglés no deja pasar la oportunidad. «Oye, me han dicho que tenéis unos hierros que están funcionando muy bien, a ver si me dejas probarlos un día de estos…». Schomin es el representante de Cobra en el PGA Tour y Rose se refiere a los hierros King de 2023.
Añadimos un contexto importante a este encuentro. «No mucha gente sabe que Rose estuvo jugando Cobra cuando era un adolescente, así que nos conocemos desde hace tiempo», confesaba el propio Schomin a Golf Digest pocos minutos después de la victoria de Justin en el AT&T Pebble Beach Pro Am.
Cuando un jugador como Rose te desliza que no le importaría probar tus palos, la maquinaria se pone a trabajar. Ahí nadie duda. El equipo de Cobra se puso manos a la obra para preparar un set de hierros nuevos. Los montaron durante la noche y el miércoles al mediodía se lo entregaron al golfista. Listos para probar.
Rose se puso a dar bolas y las primeras sensaciones fueron muy buenas. Eso sí, había que hacer algunos ajustes en el grip y cambiar las varillas. El campeón del US Open estaba dispuesto a sacarlos en el torneo, pero antes necesitaba realizar esas modificaciones. A los empleados de Cobra les tocó trabajar a contrarreloj, ya que el PGA Tour realiza una última revisión al equipamiento de los jugadores el miércoles por la tarde y todo debe estar listo para ese momento.
Los ajustes llegaron a tiempo y Rose los puso en juego. «Desde el primer minuto le gustaron mucho las sensaciones de los palos y las nuevas varillas. Estaba clavando sus números habituales con los nuevos hierros y, sobre todo, estaba emocionado con el hierro 4. Salía como avión», explica Schomin.
Precisamente, el hierro 4 fue el autor del golpe del torneo el domingo por la tarde, al inicio de la cuarta ronda. Rose cayó de salida en el búnker del hoyo 6 y desde ahí pegó un hierro 4 sideral que dejó a poco más de dos metros de la bandera y la metió para eagle. Es el golpe que lo disparó en el torneo.
La victoria final de Rose ha puesto de manifiesto el acierto de su decisión, corroborada también en los números. Ha sido el séptimo mejor jugador del torneo de tee a green en Pebble Beach. En los golpes a green, antes de este torneo, era el 78º del PGA Tour. Después de ganar ha subido 23 posiciones. Un cambio crucial.
Además, Rose ha utilizado el driver Paradym de Callaway, cuarta victoria del año en el PGA Tour de este palo, y un putter Axis 1, un modelo muy poco habitual en el circuito americano pero con el que tiene una gran relación, ya que incluso colaboró en detalles técnicos durante su fabricación.
Definitivamente, el golf es un deporte único en este sentido. Rose gana con unos hierros que no había pegado en su vida hasta 24 horas antes del torneo. Cuando la adaptación está sobrevalorada Quien lo entienda, que lo explique.
Este es el equipamiento completo de Justin Rose para ganar el AT&T Pebble Beach Pro Am:
