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Kirk revela los momentos más duros que sufrió por culpa del alcohol tras ganar el Honda Classic

«Han sido muchos años mintiendo a mi familia y mintiéndome a mí mismo»

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Chris Kirk
Chris Kirk saluda al público en el green del hoyo 18 después de ganar el Honda Classic. (© Golffile | Golffile.ie)

Chris Kirk volvió a ganar en el PGA Tour este domingo 2.836 días después de su anterior victoria. Con su triunfo en el Honda Classic abre una nueva etapa en su carrera y, sobre todo, cierra definitivamente un agujero negro en el que se metió y en el que estuvo a punto de perderlo todo. Lo de menos era el golf.

Kirk se sinceró con el trofeo bajo el brazo. Ya había desvelado hace tiempo los problemas graves que sufrió a causa del alcohol y que derivaron en una severa depresión. Estuvo en rehabilitación, dejó de jugar al golf durante más de un año y ahora ha regresado como un hombre nuevo. Su honestidad es digna de admiración.

«Fueron muchos años mintiendo a mi familia y mintiéndome a mí mismo sobre lo que estaba ocurriendo. Lo ocultaba en casa, lo ocultaba fuera, me lo ocultaba a mí. Estuve muy cerca de perderlo todo, de perder lo que realmente más me importaba. Todo en mi vida ahora mismo se lo debo a estar sobrio y tengo que dar gracias a Dios y a todas las personas que han estado a mi lado en este proceso», explicaba este domingo el golfista nacido de 37 años nacido en Knoxville, Tennessee.

Kirk siempre ha sido un golfista excepcional. Uno de los más destacados de su generación. Llegó a ser el Número 16 del ranking mundial, ganó cuatro torneos en cinco años en el PGA Tour y empezó a entrar en las quinielas para ganar Grandes y disputar la Ryder Cup. Esa prometedora trayectoria se vino abajo como un castillo de naipes por sus problemas con la bebida.

Cuando regresó, contó al mundo lo que le había ocurrido. «Nunca quise hacerlo por ser ejemplo de nada, ni siquiera se me pasaba por la cabeza que pudiera ayudar a nadie. Realmente lo conté porque me salió natural. Llevaba muchos años engañando y había decidido que ya no tenía nada que esconder. Después, es muy reconfortante comprobar cómo mucha gente se te acerca y te da las gracias porque dice que tu caso le ha ayudado. Me dicen: estoy sobrio gracias a ti y eso me ha cambiado la vida», asegura.

Kirk se ha colocado en el puesto 32º del ranking mundial y empieza ya a apuntar tan alto como hace ocho años. No sólo es el triunfo en el Honda Classic. Ya estuvo peleando por todo en el Sony Open y en el American Express. Dos top 3 y un triunfo en los últimos cuatro torneos. Palabras mayores. «Ya en el American Express me sentí muy bien aunque no gané. Estaba nervioso, claro, pero me supe manejar. Ganar es una alegría enorme, pero mi gran objetivo era meterme entre los 50 primeros del mundo para jugar el Masters de Augusta. Ahora ya estoy clasificado después de ganar. No puedo esperar el momento de jugar los pares 3 con mis tres hijos», señala.

¿Y la celebración? «Lo único que tengo claro es que no habrá nada de alcohol, mucha coca cola light, como le gusta a Sepp Straka, ganador aquí el año pasado. Estar sobrio es lo mejor que me ha pasado en la vida. El miércoles lo celebraremos con mi mujer y mis hijos, cuando lleguen a Bay Hill», afirmó.

Y por último, un recuerdo para Eric Cole, rookie del PGA Tour de 34 años que se quedó a una corbata de la victoria. «Lo tiene todo, juega muy bien al golf y hoy lo ha demostrado. No tengo dudas de que ganará pronto en este circuito». Enorme la lección que deja Kirk.