Inicio Grandes Circuitos PGA Tour El caddie de DeChambeau tarda tres semanas en ganar con Kitayama
Tim Tucker empezó a trabajar con Kurt Kitayama en el WM Phoenix Open

El caddie de DeChambeau tarda tres semanas en ganar con Kitayama

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Kurt Kitayama y Tim Tucker
Kurt Kitayama y su caddie Tim Tucker, al acabar el Arnold Palmer Invitational. (© Golffile | Mateo Villalba)

Tim Tucker era uno de los caddies más populares del PGA Tour. Popular y exitoso. Es lo que tiene hacerte cargo de la bolsa de Bryson DeChambeau. Trabajaron juntos durante muchos años y formaron un tándem ganador. Ocho triunfos logró DeChambeau en su compañía, incluido el US Open de 2020 en Winged Foot. Este domingo ha vuelto a ganar con un jefe distinto: Kurt Kitayama.

Tucker no era un caddie más en el circuito. Tenía la gran virtud de seguir a DeChambeau. Había que ser muy bueno con las matemáticas y tener una enorme capacidad de trabajo. El ritmo de Bryson, tanto en horas de entrenamiento como a la hora de hacer números, no era fácil de mantener. Tucker podía con ello. Sabía cómo calcular el porcentaje de influencia del viento, la capacidad de absorción del mástil de una bandera o lidiar con los bombazos de DeChambeau.

Sin embargo, su relación se truncó de manera inesperada en el Rocket Mortgage de Detroit de 2021. Ambas partes aseguraron que acabaron de mutuo acuerdo, aunque la manera en la que ocurrió dista bastante de ser amistosa. Al menos, fue sorprendente. Tucker hizo de caddie en el ProAm del torneo y ya no estuvo en la primera jornada. Desde entonces, separaron sus caminos.

Tucker colgó la bolsa y se retiró a Bandon Dunes, Oregón. Allí puso en marcha una empresa de transporte y se dedicó a investigar un nuevo método de alineación con el putter que llamó True Aim. De vez en cuando, sólo de manera esporádica, hacía de caddie y se dejaba ver por los torneos para vender su nuevo método para ser más efectivo en los greenes. Con este motivo, acudió al Phoenix Open hace apenas tres semanas. Allí coincidió con Kitayama, que andaba buscando caddie. Curiosamente, Tucker conocía bien al hermano de Kitayama, que trabaja como caddie en Bandon Dunes. La conexión ya estaba hecha. Se pusieron a hablar y decidieron empezar a trabajar juntos.

Tres semanas después la supla Kitayama-Tucker es campeona de un torneo designado en el PGA Tour. No está mal. «Me alegro mucho por él. Es un chico increíble, una máquina de pegar bolas», aseguró el domingo al acabar el torneo. Tucker asegura que no tardó en darse cuenta de su potencial. «Le dije que me parecía un golfista de clase mundial en tres parcelas del juego: hierros, alrededor de green y putt. Sólo necesitaba ajustar el driver. Haz eso y serás capaz de ganar a todos. Es máxima élite chipeando y pegando a la bola», explica.

La sociedad ha empezado a dar frutos muy pronto. «Me pidió que trabajara para él a tiempo completo y le dije que de acuerdo. Y se lo agradezco. Me alegro de poder ayudarle. La gente no ve lo que hacen estos chicos. Se ha quitado un peso de encima y ha demostrado que puede jugar con los grandes jugadores. Ahora veremos qué pasa el resto del año», señala.