Jason Kokrak (-14) esperó paciente su oportunidad durante los primeros 232 torneos que jugó en el PGA Tour antes de ganar por primera vez hace unos meses. El segundo triunfo, sin embargo, ha llegado muy pronto. Es lo que tiene esto de ‘empoderarse’ en el deporte de alta competición, porque el gigantón de Ohio se ha llevado el Charles Schwab Challenge sin haber puesto sobre el tapete del Colonial su mejor juego, ni de lejos. Es más, saliendo a jugar la última ronda a un golpe del líder le ha servido una vuelta al par del campo para ganar con dos de diferencia… Ni en sus mejores sueños se habría encontrado una versión tan destartalada de Jordan Spieth (-12), el ídolo local que a golpe de corazón (y de talento, en momentos puntuales) todavía llevaba la pelea hasta el tee del 18, pero que terminaba claudicando, víctima de sus múltiples y gruesos errores. No en vano, entregaba en bandeja el triunfo a Kokrak enviando la bola al agua en ese último hoyo.
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Mirándolo todo a toro pasado no queda más remedio que lamentar la excelente oportunidad que ha perdido Sergio García de haberse erigido en protagonista y hasta de haberse llevado el torneo. Señalábamos ayer que el español todavía podía aspirar a la victoria, pero siempre que contara con el permiso de Spieth y Kokrak. Pues bien, en realidad tal permiso fue concedido con un arranque de vuelta errático por parte de los dos componentes del partido estelar, pero a Sergio ni siquiera le daba tiempo de oler la sangre y de meterse en faena, pues bastante tenía él con achicar agua de su propio bote (bogey en el hoyo 1, doble bogey en el hoyo 3).
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Con el español definitivamente fuera de la ecuación, ahora sí quedaba un largo mano a mano por delante para dilucidar al ganador entre Kokrak y Spieth. Y en este punto rompía las hostilidades el primero embocando un putt de siete metros en el hoyo 5. Y otro más de cuatro metros en el 11. Y un tercero de casi cinco metros en el 13. Todos para birdie. No es que lo estuviera bordando el gigantón, pues intercambiaba aciertos y errores por igual, pero estos bonus en los greenes le iban a conceder una ventaja decisiva ante un Spieth que, es cierto, se dejaba dos birdies dados en los hoyos 6 y 9, pero que apenas conseguía dejar la bola a menos de ocho metros de distancia del hoyo, y eso cuando no caminaba por la cuerda floja, tratando de salvar pares.
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Kokrak, canadiense de nacimiento, se une a DeChambeau y Cink en el restringido club de los múltiples ganadores de esta temporada 2020-2021 en el PGA Tour, dos victorias cada uno. Se encuentra en el momento más dulce de su carrera y quizá tenga tiempo este mismo año de mejorar sus prestaciones en los Grandes, donde todavía no se le ha visto nunca ahí arriba un domingo. Es probable que en tal circunstancia no encuentre tantas facilidades como las que hoy le han brindado sus dos máximos oponentes, pero nunca se sabe. Y además hay que estar ahí para recoger los regalos y, muy educado, dar las gracias.
