Inicio Grandes Circuitos PGA Tour La horrible sensación de irse cerrando uno mismo las puertas
Jon Rahm firma 74 golpes en la tercera jornada del Memorial Tournament

La horrible sensación de irse cerrando uno mismo las puertas

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Jon Rahm. © Golffile | Mateo Villalba
Jon Rahm. © Golffile | Mateo Villalba

Jon Rahm (-2) ha firmado hoy una tarjeta de 74 golpes en la tercera jornada del Memorial Tournament, dos más en el día. Es curioso como cada jornada de golf, cada ronda de competición, es tantísimas veces algo así como un compartimento estanco en el que sólo tiene peso el presente, puro y duro. El viernes, el español sacaba adelante con éxito una vuelta que trataba de ponérsele cuesta arriba en cada recodo del camino, que no terminaba de arrancar, encontrando en la recta final el premio a tanta paciencia, a tan buena actitud y, por supuesto, a tan buen juego. Hoy sábado, sin embargo, Jon se iba cerrando una a una todas las puertas. Y no es que no haya querido, no hace falta aclararlo. Es que sencillamente no ha podido.

La primera puerta se la cerraba desde el tee. Ha quedado dicho hasta la saciedad esta semana que Muirfield Village difícilmente te va a conceder muchas oportunidades si no estás en calle de manera regular. Pues bien, Rahm ha cogido sólo cinco calles. Te lo dicen antes de salir a jugar y puede que hasta te pienses eso de ir a pinchar en el tee del 1, es un decir.

Después, hay otros caminos a través de los cuales un gran jugador puede minimizar los daños e, incluso, salir victorioso en una jornada épica. Puede tal jugador, por ejemplo, fabricarse buenas opciones de birdie en las ocasiones puntuales en que sí ha estado en posición o ha producido segundos golpes mayúsculos desde fuera de ella, equilibrando así la balanza. Y el caso es que Jon lo ha conseguido en los hoyos 2, 8, 14, 15 y 17… Pero luego era incapaz de embocar los putts, alguno de ellos realmente cortos. Otra puerta más cerrada.

Hay una tercera puerta más, la de urgencia, que es aquella que uno echa abajo cuando saca adelante recuperaciones más o menos delicadas para quitarse bogeys de encima. Tampoco en este apartado ha estado el vasco especialmente brillante, puesto que en las tres ocasiones que ha firmado bogeys en la vuelta dispuso de putts que iban de los seis a los ocho pies de distancia para salvar pares muy valiosos (entre 1,80 y 2,5 metros de distancia, aproximadamente). Su gesto después de errar en el 17 un putt de birdie de metro y medio lo decía todo: esos cinco segundos agachado, agarrándose la cabeza con ambas manos…

Lo gracioso del asunto es que, pese a todo, las opciones de Jon Rahm no han quedado aniquiladas, porque él no era el único que iba sufriendo por el campo. Sólo faltaría. Los líderes, Rory McIlroy, David Lipsky y Si Woo Kim, con un acumulado de -6, se han quedado a cuatro golpes del español, una desventaja todavía manejable en una última ronda de golf, aunque no hace falta señalar que sin margen alguno ya de error, porque además Jon tiene por delante a 22 jugadores, y más de uno, de dos y de tres serán capaces también de ganarle la pelea a la bella y fiera criatura del señor Nicklaus.

Volvamos al inicio: cada ronda de golf es un compartimento estanco… Si Jon encuentra la manera de pegar desde el tee como lo hizo en las dos primeras rondas y, sobre todo, de embocar putts de todos los gustos y colores, entonces volverá a meterse en la lucha. Sin ninguna duda.

Resultados en directo del Memorial Tournament 2023