Inicio Grandes Circuitos PGA Tour La magia de Max Homa prolonga la maldición de Finau
El jugador de Los Ángeles derrotó en un dramático desempate a Tony Finau

La magia de Max Homa prolonga la maldición de Finau

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Max Homa posa con el trofeo de campeón del Genesis Invitational. © PGA Tour

No hay maldición que cien años dure. No sabemos si hoy es el día más indicado para explicarle a Tony Finau este dicho popular tan español. Igual le podría servir de consuelo después de haber mandado otra victoria al palo. Parecía que sí, que iba a ser hoy cuando lograra el segundo triunfo de su carrera y el primero desde 2016, pero Max Homa y sus enormes dificultades para cerrar los torneos lo han impedido. Desenlace precioso en el Genesis Invitational. Mucha emoción, mucho drama, mucha incertidumbre. Un espectáculo digno de un campo como Riviera. El trofeo se queda finalmente en casa. Homa, natural de Los Ángeles, se impuso en el segundo hoyo de desempate a Finau.

No muchos habrían apostado por este final una hora y media antes. Sam Burns estaba dominando la jornada con la solidez de un veterano curtido en mil batallas. No se le veían muchas fisuras. Su parcial de cuatro bajo par en los primeros nueve hoyos era demoledor para sus perseguidores. Sin embargo, un tiro muy errático desde el tee de salida del 12 lo cambió todo. De pronto, desapareció la confianza y aparecieron los fantasmas. Cometió bogey ahí y dos más en los hoyos 14 y 15, pegando también malos golpes. Ahí se le fue el torneo. Qué duro es este deporte. Después de liderar con solvencia durante 65 hoyos, en apenas cuatro se le iba todo al garete…

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Burns abrió la puerta y por ahí se colaron Homa y Finau. Todos esperaban a Dustin Johnson, pero el Número 1 del mundo tuvo un domingo aciago. Día para olvidar en los greenes. No entraba nada y se fue desesperando hasta acabar con una vuelta sobre par absolutamente fuera de la pelea. Cameron Smith también hizo un buen intento, pero estaba demasiado lejos y no le dio para alcanzar la cabeza. Lo mismo le ocurrió a un espléndido Jon Rahm. Así las cosas, caído Burns, todo se quedó en un mano a mano entre Homa y Finau.

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La victoria pudo caer de cualquier lado. Primero debió ganar Homa en el hoyo 72. Pegó un golpe sublime desde la calle y se dejó un putt de birdie de un metro. Lo tenía en su mano, pero la bola se escapó un milímetro más a la izquierda de la cuenta y le hizo una corbata durísima. A Finau, que esperaba en la casa club, se le abría de nuevo la puerta. Esta vez no había ningún pero que ponerle a él. Cierto que hizo un bogey evitable en el 15, pero reaccionó de maravilla con birdies en el 16 y 17. Si esta vez no ganaba no era por culpa suya…

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Pero hubo playoff y en el desempate sí que se le escapó el título a Finau. Volvieron los fantasmas. Tuvo una muy buena opción de birdie de menos de dos metros en el hoyo 10 para ganar y tiró un putt muy malo que no llegó al hoyo. Mientras, Homa salvó el par de la semana, con una recuperación fabulosa desde una posición imposible, con la bola pegada al tronco de un árbol y con la necesidad de pegar un pull rodado de apenas 20 metros. Su golpe fue maravilloso.

Finau dejó escapar su oportunidad en este primer hoyo de desempate y Homa se lo llevó en el segundo. Con un par en el 14 después de que Finau no pudiera hacer la recuperación desde el búnker. Otro putt metible que no tuvo opciones de entrar y que podría haber alargado el desempate.

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Es la segunda victoria de Homa en el PGA Tour. La primera fue en el Wells Fargo en 2019. Quién habría dicho que Homa lograría su segundo triunfo antes que Finau. Nadie ha sumado más top 5 que este jugador desde que logró su primer y único título en Puerto Rico en 2016. Con el de hoy son ya 21 semanas entre los cinco mejores en cinco años. Un prodigio de regularidad al que se le resisten las copas. Homa ingresa por primera vez en su carrera en el top 50 del mundo y, sobre todo, se lleva el alegrón de que sea Tiger Woods el que le entregue el trofeo. La imagen tiene mucho de simbólico. «Cuando hablé con mi entrenador para preparar la última ronda quedamos en que llevaría la misma estrategia que utiliza Tiger en este campo. Eso es lo que he hecho y ha salido bien», aseguró Max poco antes de levantar el trofeo. Tiger lleva a Tiger.

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