El mismo día que Alex Noren se imponía en el Nordea Masters, European Tour, un teléfono en Suecia comenzaba a sonar bien entrada la madrugada. Era una llamada de golf, la llamada del golf, pero nada tenía que ver con Noren. El teléfono sonó en el domicilio particular de los Lingmerth y al otro lado de la línea estaba Jack Nicklaus. El ‘Oso Dorado’ en persona felicitaba a los padres de David Lingmerth: «Señores, enhorabuena, su hijo acaba de ganar el Memorial Tournament«. Poco importaba que fueran cerca de las dos de la mañana. Suecia era una fiesta.
Lingmerth se impuso en el tercer hoyo de desempate a Justin Rose. La historia se reconcilia con este golfista, tan pequeño como ordenado que comenzó a jugar siendo niño, cuando su tío, representante de PING, le regaló un juego de palos.
Lingmerth entró en el desempate con una losa importante. Se le había escapado un putt de tres metros para ganar en el hoyo 72 y venía de perder sus dos playoffs anteriores, primero en el Web.com Tour y después en el Humana Challenge del PGA Tour. Además, enfrente tenía a todo un ganador del US Open y ganador también del Memorial. Mucha tela.
Aquel putt de tres metros en el 72 no fue la única ocasión que tuvo de ganar el torneo. La historia se repitió en el primer hoyo de desempate. Rose tenía un putt de seis metros para salvar el par, mientras que él tenía otro de tres metros, también para par. La mente viaja rápido en esos momentos y Lingmerth se veía con el trofeo. Rose metió su putt y de repente la escena cambió. «Estaba convencido en ese momento de que le robaba la victoria», reconoció después el enorme golfista inglés.
Sin embargo, Lingmerth también metió el suyo, bajo máxima presión, y se acabó imponiendo en el tercer hoyo de desempate. Así las cosas, el golfista sueco siempre podrá decir a sus nietos aquello de a la tercera va la vencida. Al tercer playoff, en el tercer hoyo de desempate y en la tercera ocasión que tuvo de ganar el Memorial. No consta hasta dónde se escucharon los gritos en Suecia cuando la madre de Lingmerth habló con Nicklaus.
