Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Los datos que dibujan la obra maestra de McIlroy en Quail Hollow

Los datos que dibujan la obra maestra de McIlroy en Quail Hollow

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Rory McIlroy © PGA Tour
Rory McIlroy © PGA Tour

El 2 de mayo de 2010, hace poco más de 11 años, Rory McIlroy logó la primera victoria de su carrera en el PGA Tour. Fue en el Quail Hollow Championship, actual Wells Fargo Championship, dejando una primera muestra de lo que sería su carrera en la gira estadounidense: un auténtico recital de golf para imponerse con cuatro golpes de ventaja sobre Phil Mickelson.

Desde entonces, el norirlandés sólo ha dejado de ganar torneos en Estados Unidos tres años: 2013, 2017 y 2020. Ayer, en el mismo escenario en el que estrenó su palmarés en el circuito, puso fin a la que ya es su segunda peor serie sin títulos en el PGA Tour. Un año, seis meses y seis días después de levantar su último trofeo en la gira, McIlroy volvió a saborear las mieles del éxito recuperando su mejor versión.

Rory McIlroy despierta (y se centra) al calor del público

Sólo entre BMW Championship de 2012 y el Open Championship de 2014 pasó más tiempo Rory sin ganar en el PGA Tour: un año, 10 meses y 11 días. Su triunfo de ayer en Quail Hollow, además de permitirle regresar al top 10 del ranking mundial de golf, del que salió tras el Arnold Palmer Invitational de este año, le sirve para mirar al futuro con un optimismo que había ido perdiendo poco a poco fruto de problemas serios con su juego.

Porque el norirlandés, en estos cuatro días de competición, ha mostrado una solidez que había desaparecido por completo y que queda fielmente reflejada en las estadísticas. McIlroy ha terminado la semana entre los tres mejores de cuatro registros: distancia con el driver, greenes en regulación, recuperaciones y golpes ganados con el putter. En los 668 torneos en los que se han medido estos datos con ShotLink, sólo dos veces el ganador había arrasado de esta misma forma, situándose en el top 3 de las principales estadísticas: Kenny Perry, en el Colonial de 2005, y Jason Day, en el Barclays de 2015. Rory ha igualado su gesta.

¿Hasta qué punto el triunfo de Rory es fruto también de una casualidad?

Pero no quedan ahí las buenas noticias para McIlroy. Aunque su alcance desde el tee ha estado entre los mejores, algo a lo que acostumbra, sabe que debe mejorar su precisión porque sólo fue capaz de coger 19 calles en los cuatro días de torneo. Eso sí, consiguió igualar una marca que databa de los años ochenta: desde 1983, sólo Tom Sieckmann había sido capaz de ganar en el PGA Tour ‘cazando’ apenas 19 calles en 72 hoyos. Lo hizo en el Anheuser Busch Golf Classic de 1988.

McIlroy lideró la estadística de recuperaciones esta semana (14 de 18) por sexta vez en su carrera en el PGA Tour. En cuatro de los seis torneos en los que el norirlandés fue el mejor recuperando terminó logrando la victoria. La última vez, hasta ayer, fue en Bay Hill, en 2018. Aunque la principal clave de su triunfo fue sin duda su mejoría con el putter, el palo de su bolsa que más quebraderos de cabeza le suele dar…

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Este Wells Fargo Championship ha sido el quinto torneo en que Rory termina entre los tres mejores jugadores en golpes ganados con el putter (fue tercero, concretamente). Sus resultados en estos cinco eventos dejan clara la importancia de esta estadística para el norirlandés: tres victorias, un cuarto puesto y un quinto puesto.

Por último, esta victoria permite a Rory seguir ensanchando su palmarés en Estados Unidos. Fue su tercer triunfo en el Wells Fargo, el evento de la gira que más veces ha ganado en su carrera. Y fue su 10º triunfo tras afrontar la última ronda como líder, más que ningún otro jugador desde 2010. Con esta victoria, McIlroy alcanza a Ernie Els, con 19 en el PGA Tour, como el cuarto jugador internacional con más triunfos desde 1950. Le preceden Vijay Singh, con 34, Gary Player, con 24, y Greg Norman, con 20. Está listo para seguir haciendo historia…