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Declaraciones de Rory: Cowen, Rotella, Harry y el azar en la victoria

¿Hasta qué punto el triunfo de Rory es fruto también de una casualidad?

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Rory McIlroy celebra su triunfo en el 18 delante del público. (Photo by Jared C. Tilton/Getty Images)

El azar. El caprichoso azar. Si Rory McIlroy hubiera salido a jugar la primera jornada del Wells Fargo Championship en el primer turno no habría ganado el torneo el domingo. Así de simple. Así de fácil. Así de aleatorio. No lo habría ganado porque no lo habría jugado. Y es que el jueves a primera hora Rory no era capaz de hacer el ‘backswing’ completo. Se lo impedía un fuerte tirón en el cuello producido el miércoles por la tarde en la última sesión de prácticas en Quail Hollow.

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«Fue justo después de pegar un hierro 3. Sentí un intenso dolor en el cuello y se me quedó bloqueado. Me vieron los fisios, me sometí al tratamiento y el jueves por la mañana no estaba en condiciones de jugar. Si mi salida no hubiera sido por la tarde, me habría tenido que retirar y ahora no estaría aquí con el trofeo de campeón», desveló el norirlandés ayer durante la rueda de prensa posterior a su primera victoria después de más de 500 días. Y añadió: «Es increíble cómo pueden influir hasta los detalles más pequeños».

McIlroy admite que ha sentido una mezcla de satisfacción y alivio con su triunfo en el Wells Fargo. «Alivio porque la temporada no iba como yo quería y satisfacción porque estamos en el camino correcto. He trabajado mucho y muy duro en los dos últimos meses. He agachado la cabeza y he entrenado duro. Ha habido momentos en los que parecía que el trabajo no daba sus frutos y ha sido precisamente esta semana, cuando parecía que no iba a jugar por el cuello. Es curioso todo».

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Precisamente, al hablar del trabajo desarrollado, se acuerda de Pete Cowen, su nuevo entrenador oficial, Michael Bannon, el de siempre, y Bob Rotella, el gurú mental con el que ha trabajado en las últimas semanas. «Si no sientes que puedes coger cada calle desde el tee, no puedes ser fuerte mentalmente. Por eso lo primero para mí es algo técnico. He pasado bastante tiempo con Bob Rotella en los dos últimos meses, pero Pete Cowen me decía, si tú no puedes hacer bien tu trabajo, Bob no puede hacer el suyo. Pete merece mucho crédito de esta victoria, pero también Michael Bannon. Van los dos juntos. Eso sí, en las últimas semanas he trabajado mucho con Pete, sobre todo en un swing bajo presión y es muy agradable ver que ha funcionado y tan rápido. Pero esto es sólo el principio, quiero ganar mucho más».

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En este sentido, McIlroy se volcó especialmente en reconocer la labor de su fiel escudero y amigo, Harry Diamond, su caddie, en el ojo de huracán muchas veces durante estos malos tiempos que ha atravesado Rory. «Harry ha estado espectacular todo el día, especialmente en la decisión del último hoyo. Yo estaba dispuesto a pegar el lob wegde y tratar de sacarla a calle y ha sido él quien me ha frenado, me ha calmado y me ha dicho, tío, piensa desde dónde prefieres pegar el tercer golpe. Sólo eso, date un minuto y piénsalo. Por suerte tomamos la decisión correcta al dropar y pegué un tercer golpe muy bueno a green. Es la sexta victoria con Harry y probablemente esta es la mejor. También fue importante la de Bay Hill, pero esta es mejor porque ha estado conmigo en todos los malos momentos en los últimos meses».

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McIlroy ha ganado 19 torneos en el PGA Tour incluyendo cuatro Grandes. Son los mismos registros que tiene Ernie Els. Aún así, admite que ayer le costó mucho cerrar el torneo. «Ganar es muy difícil. Cuando hice el birdie del 15 me pedí cuatro buenos swings más, la salida del 16, la salida del 16 y los dos primeros golpes del 18. Hice tres, me faltó uno. Es muy difícil ganar y más con este viento y esos tres hoyos finales. Me hubiera gustado ganar con una tarjeta sin bogeys, pero no es fácil estar ahí, sobre todo después de tanto tiempo. Cuando llevas tanto tiempo sin ganar, no estás normal en los últimos hoyos. Mi mantra ha sido ve a muerte con cada golpe que decidas. Sólo piensa el golpe y pégale, nada más. Estoy muy contento también de que haya vuelto el público. Me encanta haber ganado delante de la gente, con este ambiente. Ha sido fantástico y me encanta pensar que a partir de ahora va a ser así».

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Por último, Rory no se anda con rodeos y ya tiene puesto en el punto de mira el PGA Championship de Kiawah Island la próxima semana. «El triunfo llega en un gran momento porque el PGA está a la vuelta de la esquina y en un campo del que guardo un buen recuerdo. Este triunfo es la confirmación de que vamos bien y me da mucha confianza», asegura.