Rory McIlroy se ha convertido en una especie de San Pedro del golf en lo que se refiere a la Premier Golf League. Cada vez que asoma la cabeza el dinero saudí que pretende cambiar la manera de entender este deporte, responde el norirlandés con una negativa. Rory ha vuelto a dar un portazo a los petrodólares. De hecho, sus declaraciones ya no muestran indignación o rechazo, sino hastío. Lo puede decir más alto, pero desde luego no más claro… Incluso, tira de historia.
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«Contactaron conmigo por primera vez en 2014. Desde entonces no ha cambiado nada. Sí, hay más dinero sobre la mesa y hay nuevos responsables en el proyecto, pero nada más. No hay patrocinadores, no hay acuerdos por derechos de televisión, no han firmado a ningún jugador, no hay marcas involucradas… Se habla mucho, pero no se concreta nada. Estoy totalmente en contra de la Premier Golf League y, sinceramente, no veo por qué nadie se subiría a ese barco. El golf no es una cuestión de dinero, y mucho menos para los que estamos arriba. Yo juego para ganar Grandes, campeonatos importantes, para hacerme un hueco en la historia. El golf está muy bien como está ahora. No creo que haya una estructura mejor que el PGA Tour y el European Tour… y sinceramente no creo que la vaya a haber nunca», sentenció.
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McIlroy le vuelve a recordar a la Premier Golf League que no cuenten con él. De hecho, no sólo está en contra del proyecto, sino que se posiciona junto a Jay Monahan en cuando a las sanciones a jugadores que se vayan a la PGL. «A mí me parece bien. Hay que proteger la competición. Yo haría lo mismo. El proyecto saudí, desde mi punto de vista, ataca la integridad del juego. Son equipos cerrados por lo que no permitiría que alguien que no esté ahí pueda ganar. Ahora mismo, hay muchos que pueden ganar un torneo del PGA Tour o el European Tour y le cambia la vida. Con esto, no. Además, el golf es también historia y tradición. No se puede arrinconar a los grandes como Ben Hogan, Jack Nicklaus, Arnold Palmer o Walter Hagen. Yo quiero competir en lo mismo que ellos para ser como ellos e intentar superarles. Esa es la historia y no se puede menoscabar. No contemplo este proyecto», señaló.
El PGA Tour amenaza de nuevo a los jugadores que se vayan a la PGL
McIlroy le cierra las puertas de manera definitiva a la PGL, mientras que Justin Thomas ni siquiera se plantea abrirlas… «A mí no me han llamado y conmigo no han hablado. No sé si habrán mantenido alguna reunión con mis agentes y ellos no me han dicho nada, pero desde luego es algo que no me interesa en absoluto. Ni me afecta, ni me interesa hablar de ellos. Yo estoy muy contento con la estructura que tenemos, con el PGA Tour, y debemos estar agradecidos y felices. Pienso en mis próximos diez años y lo único que se me ocurre es intentar ganar el mayor número de torneos posible en el PGA Tour». Esta es la contundente respuesta del Número 2 del mundo.
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Así las cosas, sin el apoyo de los grandes jugadores, da la sensación de que la Premier Golf League ha vuelto a dar un paso en falso. Hasta que una de las estrellas no se posicione a su favor, el proyecto no sólo no tiene futuro, sino que ni siquiera parece serio. Faltan por dar la cara Dustin Johnson, Brooks Koepka, Phil Mickelson o Justin Rose, los cuatro jugadores señalados en las informaciones más recientes como los que están negociando con la PGL.
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Por otro lado, McIlroy se mostró a favor del bonus de 40 millones de dólares anual creado por el PGA Tour para recompensar a los diez jugadores más populares del circuito. «Me parece una medida acertada y prudente para reforzar el compromiso de aquellos jugadores que más aportan al circuito. No se trata de subir diez posts diarios a las redes sociales, sino de jugar bien y transmitir tu personalidad, ya sea mediante el juego en el campo o con los medios de comunicación», apunta.
