El pasado jueves, mediante un comunicado, el comisionado del PGA Tour, Jay Monahan, suspendió por un tiempo indeterminado de la membresía del circuito a los jugadores que participaron en el evento inaugural de las LIV Golf Invitational Series en Londres, un grupo que incluía nombres tan relevantes como los de Phil Mickelson, Dustin Johnson, Sergio García, Lee Westwood, Ian Poulter, Louis Oosthuizen y Charl Scwhartzel.
Ayer, durante la retransmisión televisiva de la última ronda del RBC Canadian Open, Monahan intervino en la CBS para reafirmarse en su decisión y dejar claro que los jugadores que se unan a esta gira saudí sufrirán las mismas consecuencias.
«Ha sido una semana desafortunada debido a decisiones desafortunadas de jugadores que eligieron violar las reglas de nuestro circuito. Mi trabajo es proteger y defender a nuestros leales miembros del PGA Tour, nuestros socios y nuestros aficionados. Y eso es exactamente lo que hice. Y no creo que haya sido una sorpresa para nadie dado lo claros que habíamos sido sobre cómo íbamos a manejar esta situación», comenzó diciendo.
«Tomamos la decisión de suspender a estos jugadores y ya no son elegibles para jugar en nuestros torneos. Y eso es todo lo que tenemos que decir en este momento. Veremos cómo continúan desarrollándose las cosas a medida que seguimos avanzando», añadió.
Monahan negó que el PGA Tour hubiera otorgado lanzamientos a jugadores en eventos conflictivos para torneos del PGA Tour. Y cuando Jim Nantz, de la CBS, le preguntó por qué los jugadores no pueden jugar ambas giras, el comisionado del circuito estadounidense fue muy directo: «¿Por qué nos necesitan tanto? Estos jugadores han optado por firmar contratos lucrativos de varios años para jugar en una serie de partidos de exhibición contra los mismos jugadores una y otra vez».
«Si miras eso en comparación con lo que vemos aquí hoy es por lo que nos necesitan tanto. Aquí hay verdadera y pura competencia. Los mejores jugadores del mundo están aquí, en el RBC Canadian Open, con millones de aficionados viéndolo, y en este juego la competencia verdadera es lo que se consigue con la presencia de los mejores golfistas», detalló Monahan.
«Por eso nos necesitan, es lo que hacemos. Pero no vamos a permitir que los jugadores se aprovechen de nuestros miembros leales, los mejores del mundo», insistió. «Probablemente sea un problema para los jugadores que optaron por irse y aceptar ese dinero. Y creo que debes hacerte una pregunta: ¿Por qué este grupo está gastando tanto dinero, miles de millones de dólares, reclutando jugadores en un concepto sin posibilidad de retorno?», añadió.
Arabia Saudita, con cuyos fondos se financia LIV Golf, está acusada de ‘sportwashing’, es decir, usar los deportes para distraer la atención de los abusos de los derechos humanos y para legitimar gobiernos opresivos. «Hablé con varios jugadores, tuve reuniones individuales durante mucho tiempo. Y creo que tendrías que estar viviendo bajo una roca para saber que hay implicaciones significativas», dijo Monahan.
En cuanto al futuro del PGA Tour, el comisionado dijo: «Estamos en constante evolución. Y no podría emocionarme más sabiendo hacia dónde vamos. Hemos hablado sobre el rápido crecimiento que vamos a tener en los próximos 10 años, más que en ningún otro momento de nuestra historia. Sólo hay que mirar este increíble grupo de miembros jóvenes, talentosos, internacionales, emergentes, jugando al más alto nivel para nuestros socios de medios, corporativos y comunitarios».
«Y además, la vida tiene que ver con sus propósitos y significados. Somos una organización que los tiene. Y los mejores jugadores del mundo hacen que sucedan cosas maravillosas en esta plataforma todos los días, semana tras semana. Vamos a seguir evolucionando y defendiendo el juego de la manera correcta, haciendo contribuciones significativas como organización», finalizó.
Las LIV Golf Series tendrán siete eventos más este año. En el próximo, en Portland, coincidirán con el John Deere Classic del PGA Tour. Se espera que la segunda cita de la gira saudí cuente ya con sus tres nuevos miembros, DeChambeau, Reed y Pérez. Unos fichajes que han sucumbido al poder del dinero (según algunos informes, Mickelson recibió 200 millones de dólares por firmar cuatro años, y Dustin Johnson, 125 millones).
