Patrick Cantlay y Xander Schauffele (-29) se han metido en el bolsillo medio trofeo de ganador del Zurich Classic of New Orleans. O más de medio. Han convertido el fourball en un arte. El jueves hicieron 59 golpes en esa modalidad y hoy ‘sólo’ han podido hacer 60 para dejar el torneo visto para sentencia.
Nadie antes había llegado a -29 en tres rondas en el Zurich. Nadie antes había salido a jugar el domingo la última jornada con cinco golpes de ventaja. Todo a su favor. Es cierto que queda el foursome, modalidad traicionera donde las haya, pero ni por esas se atisba ahora mismo la posibilidad de una remontada.
En segunda posición a cinco golpes están los sudafricanos Garrick Higgo y Branden Grace y la tercera plaza con -23 está compartida por Sam Burns y Billy Horschel, Jason Scrivener y Jason Day y Aaron Rai y David Lipsky. Es tal el dominio y la autoridad de los líderes, una pareja Ryder Cup de tomo y lomo, que el noveno clasificado está ya a diez golpes. Nada menos.
Schauffele y Cantlay han vuelto a rozar la perfección este sábado en el TPC Louisiana. Han firmado 60 golpes, doce bajo par, con un Cantlay especialmente iluminado. Su parcial ha sido de ocho bajo par con un eagle y seis birdies. Desatado.
La jornada ha sido muy propicia para tarjetones. El juego está receptivo y con dos opciones por hoyos y la calidad de estos muchachos se pueden hacer una idea. Un dato definitivo: hay jugadores que han hecho siete bajo par y han perdido posiciones…
Es obvio que aún queda mucho, pero se antoja muy complicado no pensar que en Roma 2023, próxima Ryder Cup, veremos a Cantlay y Schauffele formando pareja. Al menos los dos fourballs deberían tenerlos más que asegurados.
