Rafa Cabrera Bello (-1) ha jugado un golf más que notable hoy en el Colonial Country Club de Texas. Desde luego, nada ha tenido que ver con el crujir de dientes del jueves, donde las pasaba canutas para poner siquiera una bola en calle o cazar un green en regulación. Es más su vuelta fue una obra de orfebrería para mantenerse en el torneo y no decir adiós a las primeras de cambio. Toda la lucha, la sangre y el sudor que se dejó ayer en el santuario de Ben Hogan se ha visto recompensado hoy con una tarjeta de 66 golpes y el corte asegurado en el Charles Schwab Challenge.
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No obstante, aunque ya decimos que hoy ha jugado mejor y ha sufrido menos, a la vista está que los ajustes que ha hecho en su swing en las pocas horas que ha tenido entre una y otra vuelta han servido, conviene poner la lupa en lo que ha ocurrido en los dos últimos hoyos.
Rafa ha llegado al 17 con un parcial acumulado de par. Ese resultado le daba alguna opción de pasar el corte, pero ni mucho menos se lo aseguraba. No era un momento fácil, ya que había hecho un bogey en el 15, muy castigado tras tragarse el búnker de calle. Es decir, había pasado de una vuelta muy controlada y ‘fácil’ de cuatro bajo par en el día y uno menos en el total, a un resultado de par. Había que apretar de nuevo los dientes, nada por otro lado que vaya a asustar a Rafa a estas alturas, acostumbrado a luchar siempre hasta el final.
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En el hoyo 17 se iba al rough de salida y segundo golpe terminaba en el búnker. Era una sacada larga, complicada, de unos 25 metros. No lo ha hecho mal, pero se ha dejado un señor compromiso de más de cuatro metros para salvar el par. Era un penalti. Sí o sí. De fallarlo se habría quedado fuera del corte o, al menos, habría tenido que sacar el birdie como fuera en el 18 para tener alguna opción de pasar con par.
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Rafa se ha puesto la camiseta amarilla del Villarreal, ese color que tanto le gusta al canario, y ha tirado el putt como si fuera un penlati de la final de la tanda de la Europa League el pasado jueves. Dentro. Se mantenía al par y, al menos, con opciones de pasar el corte. Sin embargo, él mismo tenía claro que para asegurarlo lo mejor era hacer un birdie más. Jugó un hoyo 18 de libro y volvió a meter el penalti. Putt de seis metros de birdie para dentro. Final de 66 golpes, cuatro bajo par en el día para uno menos total. No va a necesitar mirar la clasificación en toda la tarde.
Opinión: Y entonces, ¿en qué quedamos?
Rafa asegura un corte más y saca varias lecturas muy positivas. La primera es que ha conseguido darle la vuelta al mal juego de ayer, la segunda es que todo el esfuerzo del jueves ha merecido hoy la pena y la tercera es que no ha perdido la capacidad de responder cuando está contra las cuerdas. Muchas cosas positivas para un fin de semana donde sólo toca mirar hacia arriba.
