Jon Rahm (-4) ha comenzado 2020 como si nunca se hubiera ido 2019. En la misma línea. Con el mismo estilo. Con el hambre intacta. Sediento de birdies. La primera ronda en el Sentry Tournament of Champions ha puesto de manifiesto que todo sigue igual. Igual de bien. Tarjeta de 69 golpes en el par 73 de Kapalua Golf y quinto puesto de la clasificación a tres golpes del liderato que ocupa el chileno Joaquín Niemann (-7).
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Ni óxido, ni polvorones, ni boda, ni desconexión, ni gaitas. Da la sensación de que no hay nada a día de hoy que pueda desviar un ápice la línea recta que Jon Rahm tiene marcada hacia la gloria. Ni siquiera necesitó una actuación descollante. Realmente no hizo nada del otro jueves. Le salió un -4 fácil, ordenado, sin meterse en muchos jardines, aprovechando las buenas opciones de birdie, sacando una buena renta en tres de los cuatro pares cinco y cometiendo un solo bogey.
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El juego largo de Jon se mantiene a un nivel extraordinario. Es una absoluta garantía. En su primera ronda del año cazó 13 de 15 calles y 15 greenes. Así es muy difícil dejarse golpes. Mantuvo una buena velocidad de crucero. Su único error fue en el hoyo 11, un par 3 en el que acabó en el búnker y no pudo hacer la recuperación. El resto fue coser y cantar. No terminó de dejarlas cerca con los segundos tiros, algo que tampoco era sencillo en los nuevos greenes de mármol de Kapalua, pero no dejó pasar las oportunidades que se creó. Metió tres putts de entre dos y tres metros y sólo se dejó uno de esa distancia por el camino, precisamente en el único par 5 que se escapó vivo (hoyo 9).
La primera ronda del año más baja como profesional
Jon no se cansa de escenificar su crecimiento constante como jugador. La ronda de 69 golpes es su mejor primera vuelta del año desde que es profesional. En 2017 arrancó con un 71 en el CareerBuilder, mismo resultado que hizo en el Sentry en 2018, mientras que en 2019 comenzaba con un 70 también en el Sentry. Cada gesto, cada detalle parece jugar siempre a su favor. Éste es sólo uno más.
33.000 toneladas de arena para cortar las alas a los bombarderos
El estreno del año en el PGA Tour se puede resumir como el show de Niemann. El chileno de 21 años es, seguramente, el mejor jugador joven que ha descubierto el circuito americano desde Rahm. Ganó el primer torneo de la temporada, allá por octubre, y ahora ha empezado el año como un cohete. Vuelta de 66 golpes sin errores, haciendo birdie en los cuatro pares 5 y fallando un único green en todo el día. Su juego corto ha sido fantástico, clave para los birdies en los pares 5.
Niemann tiene un golpe de ventaja sobre Justin Thomas (-6), que no ha dejado escapar la primera oportunidad del año para mandar un mensaje claro de que va muy en serio en 2020. Su putt se ha movido como los ángeles en el estreno en Maui. De hecho, aún pudo hacer alguna menos de no ser por algún borde juguetón.
Dustin Johnson desvela novedades en su bolsa y… en su cabeza
En la tercera plaza, a dos de Niemann, están Matt Kuchar y Rickie Fowler. El año ha empezado con fuerza en el PGA Tour. Hay nada menos que nueve jugadores separados sólo por tres golpes. Si el Plantation Course de Kapalua está más asequible no se ha notado demasiado… Claro que también ha habido jugadores a los que el golf no les ha salido tan rodado después de las vacaciones. Dustin Johnson (-1) ha alternado mucho aciertos, cinco birdies y un eagle, con demasiado errores, cuatro bogeys y un doble bogeys. También le ha costado poner en marcha el motor a Gary Woodland (PAR), campeón del US Open y pareja de baile de Rahm los dos primeros días.
