Jon Rahm se ha tenido que conformar con la segunda posición en el Sentry Tournament of Champions, pero no se va a ir de Hawái con las manos vacías, para nada. En lo que respecta al ranking mundial el golfista de Barrika ha logrado afianzar la primera posición, poniendo más tierra de por medio con Collin Morikawa, que terminó el torneo quinto empatado.
Ambos llegaron al primer torneo del año del PGA Tour con la primera posición en juego. No lo olvidemos. Morikawa estaba a poco más de medio punto y terminado entre los tres primeros y en función de lo que hubiera hecho Jon tenía la posibilidad de arrebatarle la primera posición.
Pues bien, Jon simplemente se lo ha puesto imposible, ya que aunque Morikawa hubiera ganado el torneo, con la segunda posición en solitario final, el español se habría mantenido en el Número Uno. No obstante, como Morikawa no ha ganado, sino que ha quedado por detrás de Rahm, la diferencia ha aumentado. Ahora hay más de un punto entre ambos. Jon tiene 9,79, mientras que el Número Dos está en 8,75. El tercer clasificado, Dustin Johnson, se encuentra ya a más de tres puntos de Rahm. Jon es hoy más Número Uno del mundo que hace una semana.
Además, su permanencia en lo más alto le permitirá alcanzar la semana 33 como Número Uno, con lo que superará este lunes en la clasificación histórica a Vijay Singh, que detuvo el contador en 32. El siguiente en el punto de mira es Nick Price, que sumó 44 semanas.
Otro récord que se lleva Jon para su colección es haber igualado la mayor producción histórica de birdies en un torneo. Concretamente, el jugador vizcaíno se marcha de Kapalua con una fabulosa cosecha de 32 birdies, una barbaridad que equivale a hacer una media de ocho por vuelta. Ha igualado el récord que estaba compartido por Marc Calcavecchia (Phoenix Open 2001) y Paul Gow (BC Open 2001). Conviene aclarar que esta estadística se refiere al número total de birdies, sólo birdies, sin incluir eagles.
Más allá de estos pingües beneficios, Jon se lleva de Kapalua algo seguramente mucho más importante: la confirmación de que se juego está en un gran momento después del largo parón invernal.
