Los dos primeros torneos que jugó Luke Donald después de que Jon Rahm anunciara su marcha a LIV Golf fueron en Dubai. Primero disputó el Invitational y una semana más tarde el Hero Dubai Desert Classic. En ambas semanas, el golfista inglés, que volverá a ser capitán europeo de la Ryder Cup en 2025 en Bethpage, evitó hacer declaraciones ni entrevistas. Era una orden estricta. Ni siquiera a los medios oficiales del DP World Tour. Obviamente, quería evitar preguntas incómoda y, mucho más, con la noticia avanzada de que Tyrrell Hatton estaba negociando para unirse al equipo de Jon.
Así las cosas, la primera comparecencia pública de Donald tras el fichaje de Jon por LIV ante los medios de comunicación fue este martes en Scottsdale, en la antesala del WM Phoenix Open, torneo del PGA Tour donde va a jugar con una invitación. Aquí, el capitán ha expresado su deseo de que Rahm y Hatton hagan todo lo posible para seguir siendo elegibles para la Ryder Cup, confirmó que no existe ninguna animadversión contra ellos por haberse ido a LIV Golf y postergó cualquier valoración más profunda sobre el equipo hasta dentro de siete meses, cuando empiece el periodo de clasificación.
Donald confirmó que Hatton y Rahm siguen en el grupo de whatsapp que creó el equipo europeo para la Ryder Cup de Roma, dando a entender que nada ha cambiado en su relación. «Todos estamos participando en ese chat que creamos para Roma. No hay nada en su contra. Todo el mundo entiende que cada uno quiere hacer lo mejor para sí mismo y no creo que nadie esté juzgando la decisión de Tyrrell o Jon. Rahm decidió que esa era la mejor opción para él. Muchos chicos han decidido que ir a la LIV era la opción con la que se sentían cómodos y pensaron que era la decisión correcta. No estoy aquí para juzgar eso», ha explicado.
Sobre la presencia de los dos golfistas en la Ryder de Bethpage 2025, Luke ha precisado que ahora mismo no puede adelantar nada, aunque confía en que se mantengan como miembros del DP World Tour y por tanto elegibles. «Queda un largo camino desde que empiece la clasificación, siete meses más o menos. Pueden pasar muchas cosas. Sigue cambiando. Sigue evolucionando. Hay negociaciones abiertas y no sabemos qué va a pasar en los próximos meses. Hasta que no lo sepa, no voy a tomar ninguna decisión. Jon y Tyrrell, por lo que sé, siguen siendo miembros del Circuito Europeo y serían elegibles. No ha cambiado nada. Estoy seguro de que quieren ser parte de ella y es de esperar que se adhieran a cualesquiera que sean las reglas que les permite jugar en la Ryder Cup», ha precisado.
Sobre su presencia en el Phoenix Open, más allá de su propio interés particular como jugador de hacerlo bien, Donald insinuó que puede ser una buena prueba de fuego para saber lo que se va a encontrar en Bethpage em la Ryder de 2025, donde se espera una ambiente muy caliente. «Creo que el hoyo 16 del TPC Scottsdale (el par 3 más ruidoso del mundo) puede ser un buen aperitivo de lo que nos vamos a encontrar».
Por último, le preguntaron a Donald por la Ryder Cup de Medinah, por aquel domingo llamado milagro. El inglés no dudó en señalar a Seve Ballesteros y José María Olazábal como los autores intelectuales de aquella gesta. «Siempre hemos admirado el legado que nos dejó Seve Ballesteros en la Ryder Cup, lo que significaba para él, lo mucho que intentaba inspirar a sus compañeros de equipo, lo importante que era la historia de la Ryder Cup. Seve había fallecido apenas unos meses antes y, sin duda, sentimos su presencia, nos iba guiando. Olazábal no habló mucho de él aquella semana. Creo que nos ayudó mucho ese domingo. No tuvimos mucho empuje los dos primeros días. Lo tuvimos un poco el sábado por la noche, pero el domingo pensábamos que podría pasar algo bueno. Estoy seguro de que el espíritu de Seve y algunas de las conversaciones e historias de José María nos dieron la inspiración para esa remontada».