Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Rory, obligado a cambiar de driver para evitar una sanción
El norirlandés tuvo que meter uno nuevo en su bolsa en el Genesis Invitational

Rory, obligado a cambiar de driver para evitar una sanción

Compartir
Rory McIlroy
Rory McIlroy, en una de sus escapadas de este jueves con el driver. (© Golffile | Eoin Clarke)

Rory McIlroy no se termina de sentir cómodo con su nuevo driver. Lo puso en juego en Riviera, antes del Genesis Invitational, y desde entonces la está costando un mundo ser consistente. La primera jornada del THE PLAYERS Championship fue un reflejo de esta realidad. Sólo cazó seis calles y recibió un soberano castigo del rough del TPC Sawgrass.

La pregunta del millón, obvio, es por qué razón ha cambiado McIlroy de driver si estaba a gusto con el anterior. Pues bien, lo ha hecho para evitar una posible sanción, y es que su antiguo palo podría haber sido declarado en cualquier momento no conforme según las regulaciones de la USGA y del Royal and Ancient. Trataremos de explicarlo sin resultar demasiado farragosos, ya que se trata de un aspecto muy técnico de la configuración de la cabeza del palo.

En algunos torneos, sin previo aviso, se analizan los palos de los jugadores para saber si se ajustan a la legalidad. Una de las especificaciones que se analiza es el COR, también llamado coeficiente de restitución. Es decir, el efecto muelle de la cara del palo. El coeficiente debe estar entre unos valores. Si los excede, el palo es ilegal. McIlroy ha declarado hoy tras la primera ronda del THE PLAYERS que temía que su driver fuera declarado ilegal en cualquier momento por esta circunstancia, algo que quería evitar a toda costa por su propia imagen y la de TaylorMade, su marca.

«Me gustaría poder usar mi driver del año pasado, pero no puedo, básicamente no pasaría la prueba. Cuanto más se usa la cabeza de un palo, más elástica su vuelve y el efecto muelle su dispara», explicaba Rory. Su palo estaba ya al límite y no ha querido arriesgar. Por ello, en Riviera empezó a probar los nuevos drivers de TaylorMade y le está costando encontrar el idóneo.  «Estas cabezas de driver son tan quisquillosas que es difícil conseguir una exactamente igual», apunta. «Me estoy esforzando al máximo para encontrar algo que sea lo más cercano al que tenía el año pasado. De momento, me está costando un poco», admitió.

Rory ha estado utilizando su driver antiguo desde la semana después del Dubai del año pasado hasta la semana de Riviera de esta temporada. Los drivers TaylorMade Stealth son los únicos en el PGA Tour que utilizan un compuesto de carbono en su cara, lo que plantea un desafío diferente a la hora de someterse a las pruebas, ya que el índice que mide el efecto muelle se creó para los drivers de titanio.

Rory admite que lo está pasando mal desde el tee, aunque no todas son malas noticias. Al menos, tiene más controlado el error. «Lo que más me gusta es que no fallo mucho a la izquierda. Históricamente ese ha sido mi fallo más importante, pero ahora está más controlado con este driver», explicó.

Dicho esto, McIlroy tampoco se quiso esconder detrás de ninguna excusa. «Hay bastante error del que usa el palo también, mucho más que del propio palo», matizó.