Jon Rahm (-1) ha firmado un resultado de 71 golpes en la primera jornada del THE PLAYERS Championship. Su golf ha estado muy por encima de lo que dice el marcador. No, Jon no ha jugado para hacer como Chad Ramey (-8), primer líder del torneo, ni siquiera como Collin Morikawa (-7), segundo en solitario, pero sí ha sido más que suficiente como para marcharse con una tarjeta notable de 68 ó 69 golpes. Ha jugado para eso. Pero hoy no ha salido. Sawgrass ha sido hoy rácano con el león de Barrika.
Rahm ha estado sólido de tee a green. Ha estado excelso con la madera desde el tee, bien con el driver y ha jugado bastante ordenado. No ha sido algo excepcional, pero sí suficiente para haber terminado mejor. Quizá no haya sido su mejor día con los hierros. Alguna que otra se podría haber quedado más cerca, pero sí ha tenido opciones suficientes para haberse quitado dos o tres golpes sin hacer nada del otro planeta.
Lo cierto es que a la hora de la verdad es el putt lo que le ha impedido estar más arriba. Ya decimos que no las ha dejado muy cerca, pero sí se le ha escapado una muy corta en el hoyo 4. Qué cruel el recorrido de Florida. Ahí justo donde Jon el año pasado se marcó un dolorosísimo nueve, cinco sobre par, hoy la dejaba para birdie a metro y medio tras jugar el hoyo como un tiralíneas. Así se desquitan los grandes campeones. Pero el putt se escapó. Tenía mucha caída.
Si a ese putt le unimos los tres que ha hecho en el hoyo 9, el último del día para él, después de clavar un drive y una madera sublimes, y algunas opciones de tres metros, como la de par en el 8 o la de birdie en el 2, más otras oportunidades un poco más largas de cinco o seis metros, la realidad es que Jon se ha merecido un poco más este jueves. No son las cuentas de la lechera, aunque lo puedan parecer. No hay duda de que en golf son las que son y las que se cuentan al final, pero hay maneras de hacerlo.
Sirva de ejemplo un magnífico botón. Scottie Scheffler (-4) no ha jugado mejor que Rahm y se marcha con un 68. Ha tenido el don de la oportunidad, ha metido un putt aquí y allá y ahí está la diferencia. No hay mucho más. Hay veces que el análisis no tiene por qué ir mucho más allá. Dos o tres golpes en una ronda de golf se reducen a pequeñísimos detalles. La gran noticia es que el juego de Rahm está perfectamente engrasado. Efectivamente, el viernes y el sábado de Bay Hill fueron accidentes. Y en cuanto a los greenes, la verdad es que Jon ha tirado muy buenos putts, ha rozado mucho hoyo… Es de esos días que cae un poco más de lo que debía y no está por la labor de entrar. No hay mucho que achacar, si acaso algo más de finura con los hierros, pero poco más.
A quien sí se le ha atragantado de lo lindo la primera ronda es a Rory McIlroy (+4). Empezaba con un doble bogey en el hoyo 10 y a partir de ahí ha ido a remolque. Ha sufrido mucho de tee a green y así es muy difícil pretender hacer resultado en Sawgrass. Las condiciones de juego han sido bastante buenas. Los greenes estaban muy rápidos para ser jueves por la mañana, pero andaban receptivos y apenas ha soplado viento.
En cuanto a los de arriba, Morikawa ha jugado en plan Morikawa. Es decir, sensacional de tee a green y, especialmente, con los hierros. Ha dado una lección. Ha cazado 15 greenes. Mientras, Ramey ha metido todos los putts con los que puede soñar para toda su carrera en el THE PLAYERS. Ha sido una máquina en los greenes.
Entre los nombres que ya se han metido arriba hay que destacar los ‘europeos’ Min Woo Lee (-4) y Bezuidenhout (-3), así como Si Woo Kim (-3) o Justin Rose (-3).
