Solo dos jugadores habían llegado a la cita del THE PLAYERS como Números Uno del mundo y, a la vez, encabezando el ranking de la Fedex Cup. Tiger Woods, cómo no, lo había conseguido en dos ocasiones (2007 y 2013). El otro era Dustin Johnson (2017). Esta semana Jon Rahm se une a este selecto grupo.
Como es bien sabido, Tiger ha ganado dos veces este torneo, la última de ellas precisamente en 2013. A Dustin Johnson, sin embargo, solía atragantársele el Stadium course del TPC Sawgrass, escenario de la prueba desde 1982. El de Carolina del Sur, de hecho, nunca ganó el THE PLAYERS y, por desgracia, no parece que pueda llegar a hacerlo, una vez consumada su marcha a LIV Golf. Su mejor resultado en trece participaciones fue un quinto puesto en 2019 y sólo atesora un top ten más (terminaba 9º el año pasado).
Jon, por su parte, va a afrontar su sexta participación. Y su rendimiento en el Stadium course es ciertamente paradójico. Incluso, desconcertante. Digamos que el de Barrika ya ha demostrado sobradamente que es capaz de hacer muy buenas rondas en el coloso de Ponte Vedra Beach, pero también que aún tiene una enorme y afiladísima espina que sacarse: los domingos. O mejor dicho, la espina de la última ronda, porque el año pasado el torneo finalizaba en lunes.
Veamos. El español, en realidad, ya ha salido dos veces a jugar la última ronda con serias opciones de triunfo. Es más, en una de ellas (año 2019), salía como líder después de 54 hoyos, con un golpe de ventaja sobre Rory McIlroy y Tommy Fleetwood. Pero una última ronda de 76 golpes lo relegaba a la duodécima posición y era Rory quien se llevaba el gato al agua. También en 2021 salió con opciones el domingo, a cuatro golpes del líder, Lee Westwood (acabaría ganando Justin Thomas). En este caso, una ronda final de 73 golpes lo situaba en la novena posición, su mejor resultado hasta la fecha.
La cuestión, por otro lado, es que su media de golpes en la última ronda del THE PLAYERS se va hasta un inquietante registro de 73,11, teniendo en cuenta que su media total, en el conjunto de las 19 rondas de competición que ha disputado, es de 71,26 golpes. El año pasado salía quizá demasiado lejos de la cabeza en la última ronda, aunque todavía con serias opciones de rematar una gran semana y hasta un top 5 o top ten final, pero una tarjeta de 77 golpes lo hundía en la tabla, muy lastrado por aquel quíntuple bogey que firmaba en el hoyo 4, probablemente el mayor descalabro puntual que ha sufrido en su carrera profesional.
No todo son problemas y apreturas, por supuesto: Jon nunca ha jugado por encima del par en el Stadium course en primera o segunda jornada. Su media de golpes en el histórico de jueves y viernes es de 69,6, un magnífico registro. Por su parte, la tercera ronda en el THE PLAYERS le ha deparado su mayor éxito en el torneo, aquel 64 que firmaba en 2019, y su peor recuerdo global, aquel 82 en la edición de su debut, año 2017, que además lo dejaba fuera de un segundo corte.
