Inicio Grandes Circuitos PGA Tour «Es una regla estúpida, pero la culpa es mía»
El sudafricano nacionalizado eslovaco explica lo ocurrido en el The RSM Classic

«Es una regla estúpida, pero la culpa es mía»

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Rory Sabbatini © Golffile | Phil Inglis
Rory Sabbatini © Golffile | Phil Inglis

El sudafricano Rory Sabbatini cerró de la forma más inesperada el que, en cualquier caso, ha sido un año inolvidable para él. A los 45 años de edad conquistó el pasado verano la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio representando a Eslovaquia, el país de su mujer y cuya nacionalidad obtuvo precisamente con la vista puesta en la cita olímpica. Pero como decíamos, su final de curso estuvo marcado por un hecho insólito, tras ser descalificado del The RSM Classic de Georgia en la primera ronda.

Sabbatini se quedó fuera del torneo por utilizar su madera de calle en el primer hoyo de su primera ronda sin quitarle cuatro pegatinas que había utilizado durante las rondas de prácticas para medir la velocidad de su palo. Él mismo informó a la organización, tal vez sin sospechar que dicho despiste era motivo de una sanción tan seria como impedirle seguir jugando en el evento, después de haber tirado 68 golpes que le situaban en la zona media de la clasificación.

Se marchó del campo sin hacer declaraciones, pero unos días después, ha hablado para golf.com: «Tenía esas cuatro pequeñas pegatinas en el palo, tres en la parte delantera de la cara y otra por detrás. Uno de mis compañeros de juego me dijo: ‘¿Se te permite tener esas pegatinas en el palo?’. Y le dije que no lo sabía, pero que lo comprobaría cuando termináramos la ronda».

Rory jugó con el colombiano Camilo Villegas y con Doc Redman, aunque en la entrevista no quiso desvelar quién de los dos le había hecho la pregunta. Las pegatinas son un material que, junto a su entrenador Rick Smith, ha estado utilizando de la mano de Gear Sports para detectar el movimiento del palo con un sistema basado en una cámara. Las había probado en la previa del torneo para saber dónde estaba exactamente la cabeza del palo en diferentes momentos de su swing. Y no sabía que tenía que quitarlas.

De hecho, Sabbatini reconoció que creía haber jugado algún otro torneo con las pegatinas puestas. «Entramos y le pregunté a John Mutch (oficial de reglas del circuito) si había algún problema con las pegatinas, me dijo que creía que sí, pero que lo consultaría con la USGA para estar seguro. No llegué a firmar mi tarjeta. Y me dijo: ‘Oye, no hay forma de evitarlo, es un palo no conforme’. Noté que se sentía mal por la situación, pero las reglas son las reglas», recuerda el golfista.

El castigo fue la descalificación. «Le pregunté cuál era la diferencia entre esas pequeñas pegatinas que no hacen nada y la cinta de plomo», recuerda Sabbatini. Pero Mutch le dijo que es algo que se usa para agregar peso a una parte distinta del palo y se convierte en una parte integran de su diseño. No se puede agregar, por ejemplo, a la cabeza del palo durante una ronda. El libro de reglas intenta cubrir todas estas situaciones, en cualquier caso.

Y las pegatinas, según la normativa, son el ejemplo de algo que podría cambiar las características de un palo conforme. En el caso de Sabbatini tal vez no tenían influencia alguna. En otros casos tal vez podrían tenerla. Así que finalmente se decidió que Rory había incumplido una regla y la única penalización posible era dejarle fuera del torneo de inmediato.

«Creo que es una regla bastante estúpida, la verdad, pero es culpa mía, debía conocerla», reconoció el jugador. «No estaba enfadado, estaba decepcionado, había hecho 68 golpes y era como si no hubiera sucedido», añadió. Un final de año decepcionante después de su éxito en verano. Una plata en unos Juegos Olímpicos que, sin embargo, no parece haber alterado en absoluto la vida de Sabbatini: «Ganar la medalla no ha cambiado mi vida».