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Schauffele, Sabbatini y CT Pan conquistan el podio en los Juegos de Tokio 2020

Un oro en el nombre del padre, un braguetazo de plata y un bronce de locos

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El podio olímpico con Schauffele, Sabbatini y CT Pan. (© Golffile | Wataru Murakami)

Xander Schauffele (-18) embocó un putt de un metro y medio en el hoyo 18 para conquistar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio y vengar así la afrenta que el destino le hizo a su padre hace 35 años. Stefan, de origen franco alemán, tenía todas las papeletas para ser olímpico en Seúl 1988. Era uno de los mejores decatletas de Alemania, pero dos años antes de la gran cita coreana un conductor borracho se cruzó en su camino y le arruinó el sueño. Sufrió un grave accidente que le hizo perder la visión de un ojo y lo sacó de la carrera olímpica.

Hoy, 35 años después de aquel encuentro fatal, su hijo Xander ha ganado la medalla de oro de golf masculino en el Kasumigaseki Country Club, con un Stefan emocionado y completamente involucrado, pues además de ser su padre, es su entrenador de swing. El primer gran abrazo tras confirmarse su victoria era entre el padre y el hijo. No podía ser de otra manera. Es una medalla de oro con doble valor.

Más allá de la emotiva historia, lo cierto es que Schauffele es el gran merecedor del oro en Tokio. Ha estado arriba toda la semana, ha jugado un gran golf y ha dominado con mano de hierro la última jornada hasta que han llegado los nervios y las apreturas lógicas de los últimos hoyos. Llegó a tener una renta de tres golpes respecto al segundo, pero el fantástico arreón postrero de Rory Sabbatini (-17) y un fallo clamoroso en la salida del 14, que le obligó a dropar y a apuntarse un bogey, le hizo sufrir hasta el final. Volvió a fallar la salida del 18 por la derecha, no pudo tirar a green y se vio obligado a hacer approach y putt desde unos 120 metros para colgarse el oro del cuello. Más emoción, imposible. A falta de un golpe, sólo un golpe, después de 72 hoyos, no se sabía quién ganaría el oro, quién la plata y quién el bronce.

Schauffele firmó el mejor approach y putt de su vida e hizo feliz a su padre. Oro para Estados Unidos (primero desde Charles Sands en 1895) y primer ‘grande’ para uno de los mejores jugadores del mundo, Número 5 del ranking. Un oro compartido. Ayer, cuando terminó la tercera ronda, después de no estar muy cómodo con su juego largo, se marchó a la cancha de prácticas para ajustar algunas cosas en su swing bajo la atenta mirada de su padre, presente en Tokio con el equipo americano. Stefan puso su grano de arena y Xander terminó de cerrar una larga y supurante herida. Después de aquel accidente de coche, Stefan cayó en depresión y se refugió en el alcohol durante un tiempo.

Un braguetazo de plata

La medalla de plata fue para Rory Sabbatini (-17) y bien podría calificarse como uno de los grandes braguetazos de la historia del deporte. Sudafricano de nacimiento ha conquistado la plata bajo la bandera de Eslovaquia, país del que obtuvo la nacionalidad en 2018. Esta es una historia de amor y conveniencia. Sabattini se casó con Marina Stofanikova en segundas nupcias y resulta que un primo de ella, Ratislav Antal, es el vicepresidente de la Asociación de Golf de Eslovaquia. Antal vio el cielo abierto y le propuso un ‘segundo matrimonio’ a Sabbatini, un magnífico jugador totalmente asentado en el PGA Tour y con victorias en los grandes circuitos. Le trasladó la idea de nacionalizarse eslovaco y competir bajo esta bandera en los Juegos Olímpicos. Sabbatini aceptó encantado.

Rory Sabbatini celebra la mejor vuelta de la historia de los Juegos con plata incluida.

Era un ‘win to win’. Él sabía que tenía muy complicado clasificarse para los Juegos con Sudáfrica, con un nivel altísimo, y, sin embargo, con Eslovaquia lo tenía hecho. Mientras, su nuevo país, con 9.000 federados y 26 campos de golf, acogía con los brazos abiertos al que desde ese primer día se convirtió en el mejor jugador de su historia. Esta plata, tercera medalla de Eslovaquia en Tokio, es la consecuencia de aquel trato. Para ganarla, eso sí, Sabbatini ha entregado una cuarta tarjeta de época. Ha firmado 61 golpes, el mejor resultado de la historia en una vuelta en los Juegos Olímpicos.

Siete jugadores a desempate por la medalla de bronce

Por último, la medalla de bronce se resolvió en un desempate de locos con siete jugadores que acabaron igualados en -15: Rory McIlroy, Paul Casey, Hideki Matsuyama, Mito Pereira, CT Pan, Sebastián Muñoz y Collin Morikawa. Tuvieron que salir a jugar un playoff a muerte súbita. Primero jugaron el hoyo 18 y cayeron Paul Casey y Hideki Matsuyama con bogey. El japonés estará tentado de hacerse harakiri con el putter, ya que ha fallado varios cortos en esta ronda final que le han impedido hasta luchar por el oro. La ansiedad con la que ha jugado toda la semana le ha terminado pasando factura. Enorme decepción en Japón con el gran campeón del Masters de Augusta.

El segundo hoyo que jugaron en la pelea por el bronce fue el 10, par 3. Ahí empataron los cinco con par. La mejor opción de birdie la tuvo Mito Pereira, pero se le escapó el putt de unos cuatro metros. Mientras, el putt de CT Pan se quedó asomado al hoyo. Son los dos que estuvieron más cerca. En el tercer hoyo de desempate, el 11, un par 4, se quedaron fuera Sebastián Muñoz, Rory McIlroy y Mito Pereira con par. Al chileno su putt de birdie le hizo corbata. Muy doloroso. Seguían CT Pan y Morikawa, que pegaron dos tirazos y se dejaron los birdies dados.

Bola clavada en el búnker en el cuarto hoyo de desempate

El cuarto hoyo de desempate fue, de nuevo, el 18, par 4. Ahí quedó sentenciada la medalla de bronce para CT Pan. El segundo golpe de Morikawa acabó clavada en el búnker y no fue capaz de salvar el par. Pan, de China Taipei, sí firmó el par con un gran putt de dos metros y cerró el podio olímpico. Tenía el peor ranking mundial de los siete golfistas que disputaron el bronce. Le ganó al vigente campeón del Open Championship y compartió partido el último día con Sabbatini. Golf. Espectacular competición masculina en los Juegos con la gran decepción de la actuación española.