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El ganador de la Chaqueta Verde habla en la previa del RBC Heritage

Scheffler, de su celebración del Masters en una taberna a sus elogios a Olazábal

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Se había comprometido a jugar el RBC Heritage esta semana, pasara lo que pasara cuatro días antes en el Masters, y se ha mantenido fiel a su palabra. Este tipo de detalles son, entre otros muchos, los que ponen de manifiesto por qué el Número Uno del mundo, que conquistó el domingo la segunda Chaqueta Verde de su carrera profesional, además de por su enorme talento en el golf es admirado por su gran naturalidad y su compromiso.

Una sencillez que se refleja incluso en la manera en que celebró su triunfo en el Augusta National, desvelada por unas fotografías en las que aparecía junto a su equipo en una taberna y que él mismo ha explicado: «Realmente, no suelo frecuentar este tipo de sitios a menudo. No sé si había estado allí alguna vez antes. Había otra a la vuelta de la esquina en las que sí había estado algunas veces y es un sitio agradable, pero no estaba abierta el domingo a la 1.30 de la mañana y la otra sí».

«En el avión de vuelta, estaba con mi manager, Blake, mi entrenador, Randy, y cuatro de mis buenos amigos. No recuerdo quién lo sugirió, pero parecía una buena idea. Meredith nos recogió en el aeropuerto y estuvimos unos 20 minutos antes de irnos a casa. Hicimos unas cuantas fotos, nos tomamos una copa y nos fuimos a dormir», explicó Scottie. Sin duda, una celebración de lo más ‘light’ para todo un Masters.

Lo cierto es que Scheffler nunca ha celebrado demasiado sus triunfos. Lo de esta vez fue casi una excepción: «Tenía muchas ganas de ganar el Masters por varias razones. Quería volver a ponerme la Chaqueta Verde. Quería volver a casa en avión con la chaqueta, divirtiéndonos todos. Es un poco raro vivir esos momentos de tu vida en los que sueñas con tener momentos así y de repente suceden. Así que el domingo fue muy divertido tener buenos amigos, celebrarlo y disfrutar del momento. Son gente con la que hemos pasado por muchas cosas en los últimos ocho o diez años, así que fue muy especial estar todos juntos y celebrar algo grande».

¿Es especial volver a ganar un Masters? Para Scheffler, sin duda: «Creo que sí. Creo que siempre que eres capaz de hacerlo de nuevo, es realmente especial. No sé si confirmación es la palabra correcta para la primera vez, pero hacer algo así dos veces es muy especial, así que definitivamente hay un poco de satisfacción en lograrlo».

Ahora, a Scottie le toca descansar… antes de volver a la acción: «El domingo fue un gran día. Tuve la suerte de jugar bien y ganar. Llegamos bastante tarde aquí, me relajé un par de días con Meredith y ahora es bueno estar de vuelta aquí en Hilton Head. Me gusta este campo. Aunque estoy intentando centrarme más en el descanso como preparación para la semana. Hoy sólo he jugado los nueve últimos hoyos y mañana veré los nueve primeros cuando salga al campo, es un recorrido divertido».

Wyndham Clark y varios jugadores más han hablado estos días de la brecha que parece haber entre Scheffler y el resto en este momento en el golf. ¿Cómo lo ve el Número Uno? «Realmente no paso mucho tiempo pensando en ese tipo de cosas. Ya sabes, gané el torneo la semana pasada y ahora estamos aquí y es miércoles y partimos todos de cero otra vez. Me parece que en mi cabeza todo vuelve a empezar cada semana, así que no importa en qué puesto esté. Lo único que importa es dónde estás al final de la semana».

«Esta semana será un poco más difícil que la anterior porque creo que jugar en los majors y, sobre todo, ganar, te exige mucho. Hay muchas cosas que pasan después del Masters el domingo, y llegas a casa muy tarde, y emocionalmente creo que estoy un poco agotado. Pero empezamos al par, así que me iré a casa esta tarde, descansaré y me recuperaré lo máximo posible, y mañana apareceré listo para jugar», detalló.

Volviendo a Augusta, a Scheffler le preguntaron por la actuación de Vijay Singh y José María Olazábal, que pasaron el corte. Y el estadounidense se refirió en concreto al español: «Por cómo se estaba jugando el campo, por lo difícil que era, la experiencia que tienen ambos en la gusta les ayudó. El hecho de que sean mayores no significa que no puedan jugar bien más. Tom Watson casi gana un Open cuando tenía su edad, más o menos»

«Es realmente especial cuando puedes ver cómo sacan a relucir su golf. Pegué bolas junto a José María uno de los días, al principio de la semana, y me sorprendió la solidez con que seguía golpeando la pelota. Seguía ‘sonando’, y a su edad es impresionante. Así que siempre está ahí. Es cuestión únicamente de ver cuándo lo pueden aprovechar. Cuando las condiciones en el campo son así, se puede ver el talentazo que tienen» explicó Scheffler.

Por último, se refirió a otro jugador, en este caso muy joven, Ludvig Aberg, al que pudo ver por primera vez en la Ryder Cup de Roma y que el domingo le puso las cosas difíciles en el Masters durante bastante tiempo, y a su próximo calendario: «Había oído hablar de él, pero no habíamos jugado mucho. Lo hizo muy bien el verano pasado, pero nunca nos habían emparejado. Creo que nos conocimos una noche en una cena. Acabamos sentados juntos y creo que su novia y mi mujer estaban allí también. Me pareció un tipo agradable. Luego he jugado un par de rondas de entrenamiento con él este año y es muy majo. Tiene la personalidad adecuada para tener éxitos aquí durante mucho tiempo. Es muy competitivo, parece que trabaja duro, le veo en la caravana después de las rondas, entrenando… Está haciendo lo correcto para tener una buena carrera aquí. Los chicos que salen ahora de la universidad están listos para jugar. Es impresionante verlos. Me gusta ver a tipos como él que se esfuerzan, dedican tiempo y hacen las cosas bien. Luidvig es uno de ellos».

Respecto al calendario, dijo: «Lo haré lo mejor que pueda. Pasaré un poco más de tiempo en casa, preparándome, y me tomaré un descanso cuando llegue el bebé. Pero luego ya veremos. No sé cómo será mi vida. Pero hasta entonces, voy a jugar esta semana, luego me iré a casa y me limitaré a esperar. Salimos de cuentas a finales de mes. El golf bajará otro peldaño en la lista de prioridades cuando llegue nuestro hijo. Mi familia sigue siendo lo primero, así que ya veremos cómo nos preparamos».