Las cuentas son muy sencillas: Scottie Scheffler (-15) partía con una ventaja de dos golpes sobre su inmediato perseguidor, una vez establecidos los particulares ajustes de este TOUR Championship, y ha ampliado tal ventaja hasta los cinco golpes al terminar la primera de las cuatro rondas.
Scheffler, el Número Uno del mundo y el indiscutible mejor jugador de esta temporada del PGA Tour, los ha puesto a todos en fila de a uno en la primera jornada, y hasta puede decirse que ha despejado convenientemente el camino con un registro de 65 golpes. El que pueda, que lo siga. Todo lo contrario le ha ocurrido a Patrick Cantlay (-8), que era quien partía a dos golpes del líder y, a pesar de haber finalizado con un eagle en el 18 de East Lake, entregaba una tarjeta al par del campo que le complica mucho la vida en su intento de revalidar el título de campeón de la Fedex.
La consistencia y el acierto en los greenes de media y larga y distancia de Scheffler ha minimizado las interesantes cabalgadas de otros aspirantes, tales como Schauffele (-10), Fitzpatrick (-9) o Niemann (-8). Por si acaso, Schauffele ha vuelto a dejar muy claro que en este campo es poco menos que intratable. En 21 rondas de competición que lleva jugadas en East Lake su acumulado se ha ido hoy a un escalofriante -58. El líder no puede andarse con medias tintas con semejante perro de presa por detrás.
Jon Rahm (-6), por su parte, se ha quedado algo corto, aunque ya ha quedado dicho que Scheffler estaba hoy para pocos sustos. Partía a siete golpes de la cabeza y ahora está a nueve. Mal negocio. Y situación límite, si de lo que hablamos todavía es de sus opciones de ganar la Fedex Cup. El jugador español no ha estado hoy especialmente fino con los segundos tiros, así que su ronda de 67 golpes hay que considerarla casi como notable, puesto que se las ha arreglado para ganar con claridad al campo, gracias sobre todo a una formidable actuación en los greenes. Ha metido muy buenos y largos putts de birdie y también alguno que otro para salvar valiosos pares. Todos dependen ahora más que nunca de lo que el líder sea capaz de hacer, porque al fin y al cabo Jon sólo está ahora mismo a cuatro golpes de la segunda posición, una distancia que se antoja salvable, sin necesidad de ir con prisas. Si Scheffler tiene un mal día, el zafarrancho puede ser de órdago.
En tal caso, el de un desfallecimiento del texano, Rory McIlroy (-7) aspiraría a ser el primer jugador en ganar tres veces la Fedex Cup, a pesar de haber arrancado el torneo con un triple bogey en el hoyo 1, al que seguía un bogey en el 2. Se ha tomado muy en serio el norirlandés lo de hacer afición y dar espectáculo, porque firmaba un 67 en una ronda en la que le cabían el citado triple bogey y cuatro bogeys más… Además, por supuesto, de ocho birdies y un eagle. Rorylandia en su máxima expresión.
