Patrick Reed, nada más finalizar su tercera ronda en el Farmers Insurance Open, marcada por la polémica sobre su forma de actuar en el hoyo 10 en el que solicitó un alivio alegando que su bola, que había botado previamente en el rough, estaba incrustada en el suelo, ha atendido a los medios de comunicación para dar su versión de lo ocurrido.
«Si hubiéramos visto rebotar la bola no la habría marcado»
«En primer lugar, mi tiro desde el tee del 10 aterriza en el bunker, desde donde no tenía una buena posición, así que elegí un hierro 8 para tener un buen contacto. La bola salió pesada y muy vertical, y acabó en la parte izquierda, al lado del camino. Nadie vio rebotar la bola. Los chicos de mi grupo no vieron que la pelota rebotara y el voluntario que estaba allí, la marcó en el mismo momento en que aterrizó», comienza explicando Reed.
The full exchange as Patrick Reed takes embedded ball relief on No. 10. pic.twitter.com/gSPH6PrAoW
— PGA TOUR (@PGATOUR) January 30, 2021
«Al llegar allí, lo primero que haces, obviamente, es preguntar si alguien había visto botar la bola. Y al decir todos que no, en ese momento la marqué y levanté para verificar si estaba incrustada. Definitivamente lo estaba, había roto el terreno (es lo que especifica la regla para determinar bola incrustada) así que llamé al oficial de reglas y se acercó para revisarlo y asegurarse de que era así y estuvo de acuerdo. En ese momento, tomamos un alivio basándonos en la regla de la bola incrustada, a un palo de distancia, y tiro desde allí», continúa el golfista de San Antonio.
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«En ese punto, cuando hay tras jugadores, tres caddies y el voluntario que está cerca de la bola sin que ninguno la vea rebotar, tienes que guiarte por lo que todos han visto. Si nadie lo ha visto, el oficial de reglas es básicamente quien dice si puedes aliviarte sin penalidad o no. Y en este caso, tras ver el terreno, consideró que se había incrustado y así lo determinó», insiste.
Patrick Reed, de nuevo en el centro de la polémica en el PGA Tour
«Es una situación desafortunada, obviamente, pero al final del día, cuando terminas una ronda y el árbitro se te acerca con el vídeo y te muestra todo lo que pasó y te dice que lo has hecho perfectamente, pues queda claro que los protocolos que seguiste en ese momento fueron acertados. Así que me siento bien al respecto», concluye Reed en su relato de los hechos. El jefe de árbitros del torneo declaró después que el jugador había actuado conforme a las reglas.
Obviamente, Reed actúo conforme a la literalidad de las reglas, pero nuevamente deja una importante sombra de duda. Todo se habría resuelto de manera más limpia y clara si en el momento de identificar su bola y levantarla hubiera estado allí su marcador, como mínimo, o el árbitro para corroborar lo que veía Reed.
¿Habría hecho algo distinto después de ver las imágenes donde se percibe claramente que la bola rebota? Así responde el protagonista: «Lo único que hubiera hecho diferente, si hubiéramos visto rebotar la pelota o si alguien hubiera dicho que lo había visto, sería no haberla marcado. La habría jugado como estuviera. Cuando la pelota rebota es casi imposible que se incruste, así que si alguien la ve rebotar, pues juegas tal y como esté. Pero si hay tres jugadores, tres caddies y un voluntario y nadie lo vio, entonces obviamente no piensas en eso».
Co-leader Patrick Reed recaps his third round, including the 10th hole ruling. pic.twitter.com/lgv82A2hlv
— PGA TOUR (@PGATOUR) January 31, 2021
A Reed no le sorprende que le hayan preguntado una y otra vez por lo ocurrido desde que finalizó su ronda: «No porque hay muchos medios de comunicación y ya sabes… No había hecho nada diferente cuando todos han dicho que no vieron la bola rebotar. Si hubiera ahí 100 personas y muchos aficionados y alguno dijera que la vio rebotar, pues no habría puesto un tee en el suelo para verificar si estaba incrustada. Cuando no se ve algo, se sigue el mejor criterio y se llama al árbitro de reglas que es quien decide».
