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Declaraciones de Tiger Woods tras el PNC Championship

Tiger Woods para en seco los pies de los más optimistas

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Tiger Woods y Charlie Woods se saludan durante la segunda ronda del PNC Championship.

Que Tiger Woods habría firmado con sangre jugar el PNC Championship con su hijo Charlie hace sólo dos semanas no significa automáticamente que su regreso a la competición en el PGA Tour esté a la vuelta de la esquina. Ni mucho menos. Cierto es que se vio una versión más que aceptable de Tiger, que pegó drives muy buenos, también conectó hierros poderosos y tanto su juego corto como el putt estuvo a la altura de los mejores, incluso por encima en algunos momentos del domingo. Sin embargo, hay aún mucho trecho que recorrer hasta verse de nuevo peleando con los mejores por ganar.

Tiger se mostró ayer muy tajante tras acabar segundo en el PNC Championship. Negó hasta en cuatro ocasiones. «No, no, no, no». Esa fue su respuesta al comentario de un periodista: «ha dicho Matt Kuchar que más allá de los problemas para andar, tu swing está ya para competir en el PGA Tour«. Woods lo refutó. «Estoy totalmente en desacuerdo. No estoy a ese nivel. No puedo competir ahora mismo con los mejores, no. Me queda aún mucho tiempo para llegar a ese punto en el que yo sienta que puedo competir con ellos y estar al más alto nivel», zanjó.

Hablando de manera más concreta sobre el juego de ayer, Tiger fue muy explícito en cuanto a lo que le queda para sentirse de nuevo competitivo al máximo nivel. «Yo no diría que jugué «mejor» hoy. Creo que tuve una sensación mejor de lo que podía hacer, de los golpes que podía pegar. Si os disteis cuenta, realmente no pegué mucho draw. Si lo hubiera hecho, se habrían quedado todos cortos. La mayoría de mis golpes fueron bolas fuertes al fade y alguna cortada, más o menos. La parte más difícil para mí ha sido que lo que visualizaba no correspondía luego con lo que hacía con las manos. Me he quedado corto varias veces y después sí, algunas veces, he pegado muy buenos golpes a green, unos pocos. Me queda mucho trabajo por delante», explicó.

Sea como fuere, la conclusión de la semana en líneas generales no puede ser más positiva para Tiger. «Los nervios de la competición siempre van a estar ahí. Es mi salsa, lo que he hecho toda la vida. Por eso estoy tan agradecido de haber podido tener esta oportunidad de jugar con mi hijo. El principio de año no fue bueno y la cosa no pintaba nada bien, pero los últimos siete meses trabajando a destajo, sin descansar un solo día, de palizas han merecido la pena. Todo el dolor que hemos pasado merece la pena por haber jugado con mi hijo», señaló.