Tiger Woods ha atendido este miércoles a los medios de comunicación en la previa del The Genesis Invitational. Era un de las comparecencias más esperadas del golf mundial.
No hablaba desde el Hero World Challenge, cuando aún aseguraba que la intención era llegar a un acuerdo entre el PGA Tour y el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí antes de final de año. Desde entonces han pasado cosas. El acuerdo no se alcanzó en la fecha prevista, el plazo se dilató y se creó PGA Tour Enterprises en asociación con SSG, el grupo inversor de magnates del deporte y de la comunicación de Estados Unidos. Muchas cosas. Había por tanto mucho interés por conocer de boca de uno de los principales interlocutores en esta negociación en qué punto está el proceso.
Se esperaba algún tipo de bomba de Tiger respecto a LIV y, sin embargo, el bombazo llegó por otro lado. Ni corto ni perezoso, Woods ha asegurado que su objetivo esta semana en Riviera Country Club es ganar el torneo. Tal cual. No es un a ver qué podemos hacer, no. Es un voy a por ello de manual.
«El objetivo es una buena victoria. Estaría bien. He jugado aquí desde 1992 y nunca he ganado. Confío en encontrar la manera, meterme en la pelea y por qué no ganar el torneo al final de la semana». Palabra de Woods. Cualquier razonamiento lógico pensaría que es una locura. Quién sabe si no es más que una campaña de marketing para mantener la expectación a tope. Quizá. Pero es Tiger y nadie en su sano juicio apostaría todo su dinero en su contra.
Realmente, su firmeza al hablar de sus opciones de ganar ha sido lo más llamativo, aunque también dejó algunos comentarios interesantes respecto al fondo saudí, las negociación, el camino de vuelta de los golfistas de LIV al PGA Tour, el golf por equipos, su estado físico y mucho más…
Sobre la negociación con el Fondo de Inversión Pública saudí… «Creemos que su entrada en PGA Tour Enterprise sería positivo. Nos gustaría que el PIF fuera parte de nuestro circuito y parte de nuestro producto. Financieramente no es tan necesario. El dinero que ha entrado ahora (con SSG) es más o menos lo mismo que acordamos en el acuerdo marco. Así, su entrada sería ir más allá de esas cifras. Confíamos en hacer nuestro producto mejor en el corto plazo y largo plazo. Las negociaciones son continuas y fluidas. Yo no he hablado personalmente con nadie de LIV ni con Yassir Al Rumayyan».
¿Debe haber un camino de vuelta al PGA Tour para los jugadores de LIV Golf? «Estamos estudiando todos los modelos posibles, viendo cómo afectaría a los jugadores que se han quedado y a los que se han marchado y cómo mejorar nuestro producto en el futuro. Hay muchas ideas y, a corto plazo, realmente no lo sabemos. Ni siquiera sabemos cómo será a largo plazo. Créanme, hay correos electrónicos diarios, semanales y conversaciones sobre esto».
Su opinión sobre el golf por equipos… «Va a ser parte del Tour. En cierto modo ya es parte del Tour, tenemos la TGL (su liga con Rory de los lunes). Eso sí, en cuanto a torneos oficiales, aún no sabemos cómo serán. En cuanto a eventos de una noche, lo que ofrece TGL va a ser entretenido. Hay que ver si podemos transformar eso o unirlo con torneos oficiales. Esa es una de las razones de que SSG sea parte de esto y de nuestras negociaciones con PIF».
Qué aporta un fondo inversor como SSG… «Tratamos de ofrecer el mejor entretenimiento y para ello tienes que tener a los mejores jugadores. Queremos tener la historia y las tradiciones de nuestro circuito, la estructura, la accesibilidad, tener todos los intangibles que han hecho del PGA Tour lo que es ahora y lo que ha sido. El objetivo es que sea incluso mejor. ¿Y cómo lo hacemos? Esa es la idea de tener a un grupo como SSG. Es un grupo bastante notable en la industria del deporte. Son líderes increíbles. Necesitamos liderazgo y ellos lo tienen, así como cerebros increíbles generando ideas que pueden hacer que este circuito sea mejor».
Física y mentalmente se encuentra bien… «Sí, ya no me duele el tobillo porque ya no hay huesos rozando entre sí. Pero hay partes de mi cuerpo que se llevan la peor parte por esta fusión. Ahora, junto a la espalda, tengo dos partes fusionadas y eso tiene consecuencias en otras partes del cuerpo que tienen que adaptarse. En cuanto al amor por el golf, todavía me encanta competir, me encanta jugar, me encanta ser parte del juego. Es el deporte de mi vida y no quiero dejarlo nunca».
Menos velocidad de swing, apuesta por la calidad de golpeo… «Lo que trato de hacer desde un punto de vista técnico es asegurarme de que todavía puedo jugar bien, de que todavía puedo golpear sólido a la bola de golf. No tengo la misma
velocidad, ni la capacidad de practicar la misma cantidad de horas, pero todavía entreno para asegurarme de que puedo golpear la pelota en el centro de la cara. Esa es la línea».
La espina clavada en Riviera… «Siempre me he considerado un buen jugador de hierros y aquí tradicionalmente no le he pegado bien. Es un campo de fade, la mayoría de los hoyos son de izquierda a derecha para un diestro. Ni lo hierros ni el putter han estado bien en este campo. Por alguna razón, nunca he tenido una semana buena y es frustrante en el sentido de que este es un campo de golf que siempre me ha entrado por el ojo. Espero que toque esta semana».
Su nuevo caddie y algún cambio en el equipamiento… «He tenido una gran relación con Lance Bennett a lo largo de los años. Coincidimos en la Presidents y en la Ryder cuando era caddie de Kuchar. Tiene los pies en la tierra, es muy leal y un gran conversador. Hemos tenido las misma sensaciones, miramos el campo igual, leemos los putts muy similares… Vamos a ser un gran equipo».
En cuanto al equipamiento, ha admitido que va a incorporar la nueva madera 3 de TaylorMade, mantendrá la madera 5 antigua y ha confesado que ha tenido que hacer un ajuste en los clavos de sus zapatos nuevos de su marca Sun Day Red para adaptarse a las cuestas de Riviera y su terreno más resbaladizo. Además, ha confirmado que la marca TW es historia. No la volverá a utilizar. Ahora ya sólo existe Sun Day Red.
