Si buscamos Ryder Cup en el diccionario, bien nos podriamos encontrar una foto de Ian James Poulter anexada. Y es que Poults es la definición perfecta de todo lo que engloba este certamen. Un jugador único, con un gen competitivo pocas veces visto y que cada dos años no falla a su cita con su competición fetiche. Cuesta encontrar a lo largo de la historia jugadores que vivan la Ryder Cup de la manera en que la vive Ian Poulter.
Será la séptima vez que el veterano jugador inglés integre el equipo europeo. Desde 2004, Poulter únicamente ha fallado a la cita con su competición favorita en dos ocasiones. En 2006 por decisión del capitán Ian Woosnam y en 2016 debido a una inoportuna lesión en su pie derecho que le tuvo varios meses fuera de juego. Para esta edición, Poulter ha sido uno de los “picks” del capitán Harrington junto con Shane Lowry y Sergio García.
La realidad es que la temporada de Poulter no ha sido nada excepcional. Sin ninguna victoria, el inglés consiguió registrar un total de cuatro top 10 entre ambos circuitos en los siguientes eventos: Charles Schwab Challenge (T3), WGC – Dell Technologies Match Play (T9), WGC – FedEx St. Jude Invitational (T10) y el Abierto de Escocia (4T). Dichos resultados fueron suficientes para clasificarse por 14º ocasión para los playoffs de la FedEx Cup en sus 15 años de vigencia.
Peligro constante
Tal vez no haya sido su mejor temporada, pero no por ello Poulter es menos peligroso. Al igual que pasa con otros grandes jugadores, como el propio Sergio García, el inglés se transforma una vez llega la Ryder Cup. Da igual si su año ha sido bueno, malo o terrible que Poulter prepara esta semana como si fuese la última de su carrera profesional. Con seis ediciones en su haber, no vamos a descubrir la figura de Poulter ni su relevancia dentro del equipo europeo, pero basta con echar un ojo a sus registros para darnos cuenta que estamos ante una leyenda de la competición.
Su récord es absolutamente increíble: catorce victorias, seis derrotas y apenas dos empates. Y eso que las dos últimas ediciones son las que peor se le han dado a Poulter con un balance de 2-3-2. Dos de esas tres derrotas se dieron en París y ante el dúo formado por Justin Thomas y Jordan Spieth. La primera por 2&1 junto a Jon Rahm mientras que la segunda fue por 4&3 junto a Rory Mcllroy. La tercera fue en 2014 junto a Stephen Gallacher cuando cayeron derrotados por 5&4 ante Spieth y Reed.
Pero quitando las ediciones de 2014 y 2018, Poulter ha dejado momentos para el recuerdo. Como todos sus partidos individuales. En este apartado, Poulter sigue invicto con cinco victorias y un empate. En su lista de víctimas aparecen nombres ilustres como Dustin Johnson, Steve Stricker o Matt Kuchar. A la hora de la verdad, en el momento decisivo, Poulter siempre ha conseguido dar un paso al frente y sacar adelante sus partidos.
Incluso en las ediciones más complicadas, como en la de 2012, Poulter consiguió encontrar su mejor golf y contagiar a sus compañeros con su espíritu guerrero. Se fue de Medinah como el único jugador invicto y habiendo ganado los cuatro puntos que disputó. En 2008 y 2010, de nuevo grandes actuaciones con un global de siete victorias y dos derrotas.
Con tales actuaciones es fácil entender que Europa haya ganado cinco de las seis ediciones disputadas con Ian Poulter en el equipo, perdiendo únicamente la de 2008 dónde fue uno de los jugadores más destacados. Seguro que Harrington tuvo muy presente en su cabeza dichos números a la hora de tomar su decisión ya que Poulter no es únicamente pasión o entrega. Poulter es sinónimo de victoria.
