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Las duplas españolas en la Ryder comenzaron en 1979 con Garrido y Seve

Sergio García y Jon Rahm, la décima pareja española en la Ryder Cup

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Jon Rahm. (© Golffile | Scott Halleran)

Se deshojó la margarita. Se despejaron las dudas. No es oficial, pero casi. Ahora mismo sería una sorpresa morrocotuda que Jon Rahm y Sergio García no jugaran juntos esta semana en Whistling Straits al menos un punto. No podemos avanzar cuántos partidos, ni si será foursome o fourballs, pero sí casi se puede dar por sentado que habrá pareja española, la décima de la historia de la Ryder Cup.

Jon Rahm ha sido el encargado de adelantarlo. «Yo no soy el que toma la decisión, pero sí puedo decir que nos veréis jugando juntos. No sé cuándo será, si el viernes o el sábado, pero en algún momento. Los dos queremos jugar juntos. Yo estoy bastante seguro de que va a pasar, pero no sé cuándo», explicó Jon en unas declaraciones de este jueves a los compañeros del European Tour.

Así las cosas, Jon y Sergio se convertirán en la décima pareja española de la Ryder Cup. Hay que remontarse al 14 de septiembre de 1979 para encontrar la primera vez que dos españoles jugaron juntos. Fue, curiosamente, en el primer partido de aquella Ryder celebrada en el recorrido de The Greenbrier, en West Virginia, Estados Unidos. Los protagonistas fueron Antonio Garrido y Seve Ballesteros. Disputaron un fourball y perdieron por 2 y 1 ante Lanny Wadkins y Larry Nelson.

Desde ese día, se han dado ocho parejas españolas más:

Seve Ballesteros-Manuel Piñero

José María Cañizares-Pepín Rivero

Seve Ballesteros-José María Olazábal

José María Olazábal-Miguel Ángel Jiménez

José María Olazábal-Nacho Garrido

José María Olazábal-Sergio García

Sergio García-Miguel Ángel Jiménez

Sergio García-Rafa Cabrera Bello

Precisamente, la dupla formada por el de Castellón y el canario fue la última, en Hazeltine 2016 y el balance no fue nada malo. Jugaron dos puntos y ganaron uno y medio. En total, las parejas españolas han disputado 32 puntos y el balance espectacular es de 20 victorias, cinco empates y siete derrotas. Más del 70 por ciento de los puntos ganados.

La pareja más mítica que existido en la Ryder Cup es la de Seve y Olazábal. Han jugado nada menos de 15 puntos juntos con un éxito extraordinario. Preguntado Jon sobre quién sería Seve y quién Olazábal en esa hipotética pareja entre él y Sergio, el de Barrika no lo duda: «está claro, él sería Seve, él tiene la experiencia. Yo voy a hacer lo que le dijo Seve a Chema, pero al revés, oye Sergio, yo me encargo de pegar a la bola y del resto te encargas tú y ya está, yo me callo, tiro ‘palante’ y haces tú el resto», bromea.

Veremos cuándo se les podrá ver juntos. Es posible que incluso en la primera sesión de foursome de la mañana del viernes. En este sentido, Jon está convencido de que pueden formar una muy buena pareja. «Yo creo que nuestra principal virtud es la garra y la determinación, nunca nos damos por vencidos y tenemos mucha imaginación, algo que es muy bueno en match play. De Sergio qué voy a decir, de tee a green es un robot, así que por ahí yo estoy encantado de poder jugar con él», apunta.

En cuanto al resto de parejas europeas, son una absoluta incógnita. Hoy han salido a entrenar nueve hoyos de esta manera: Fleetwood, Wiesberger, Casey y Hovland; Westwood, Fitzpatrick, Sergio y Poulter y Rahm, Lowry, Hatton y McIlroy. Por cierto, para que se hagan una idea de que estas rondas de prácticas tampoco son tan definitivas, Jon tenía previsto salir a jugar hoy con Fleetwood, Casey y Wiesberger, sin embargo como se ha retrasado su atención a los medios de comunicación lo han cambiado al último partido con Lowry, Hatton y McIlroy y han mandado a Hovland al primer partido.

Otro detalle de los posibles emparejamientos: podemos asegurar que Fitzpatrick va a jugar algún fourball. «Si algo aprendí en la Ryder de Hazeltine es que tenía que haber jugado algún fourball para tener al menos una ronda de competición en el campo con mi bola», explicó. Obviamente, esto está más que hablado con Harrington y difícilmente se tropezará de nuevo en la misma piedra. Toca saber con quién jugará.