Uno de los jugadores más queridos dentro del circuito americano estará en Whistling Straits esta semana. Tony Finau jugará su segunda Ryder Cup tras haber sido seleccionado por el capitán Stricker para unirse al equipo americano que buscará recuperar el trofeo que perdieron hace tres años en París. Un jugador importante que viene de completar una temporada excelente, consiguiendo grandes resultados a lo largo de todo el año.
Si algo ha acompañado a Tony Finau en los últimos años es su dificultad a la hora de cerrar los torneos. Tras su primera victoria en el Puerto Rico Open de 2016, al de Salt Lake City se le atragantó la tarea de volver a ganar en el circuito americano durante más de cinco años. Sin embargo, esa sequía llegó a su fin esta temporada durante el primer evento de los playoffs de la FedEx Cup.
Con su victoria en el Northern Trust, Finau consiguió dejar atrás los fantasmas que le acompañaron desde su primer triunfo en 2016. Un total de 1975 días pasaron entre ambos triunfos en los que a Finau le dio tiempo de acumular un total de ocho segundos puestos, once terceros puestos y 39 top 10. Demasiado tiempo para un jugador que merece tener muchos más títulos en su palmarés.
Además de su victoria en el Northern Trust, Finau consiguió siete top 10 más en torneos como el US Open 2020 (T8), el PGA Championship (T8), el Farmers Insurance Open (T2) o el Genesis Invitational (2º). Todo ello le llevó a clasificarse a los playoffs de la FedExCup por séptima vez en su carrera y al Tour Championship por quinta temporada consecutiva. Terminó 11º tanto en la FedEx Cup como en la lista de ganancias del PGA Tour con algo más de cinco millones y medio de dólares acumulados.
Un nuevo Tony Finau
La realidad es que la ansiada victoria en Liberty National ha permitido a Finau quitarse un gran peso de encima que llevaba años cargando en sus hombros. Es precisamente por ello que podemos esperarnos un jugador totalmente diferente al de tres años atrás, con un “plus” de madurez y una mejor toma de decisiones. Si bien su carta de presentación es París fue muy buena, todo hace apuntar que Finau se encuentra en una posición ideal para consolidar su figura dentro del equipo americano.
Finau entró en el equipo siendo la última elección del capitán Furyk tras DeChambeau, Mickelson y Woods. Estar rodeado de tan ilustres nombres no supuso un problema para Finau ya que terminó siendo el jugador que más puntos aportó entre los “picks” del capitán a sabiendas que ni Woods ni Mickelson ni DeChambeau consiguieron puntuar del todo. La decisión de incluir a Tony en el equipo fue una de las pocas elecciones acertadas de Furyk esa semana.
Finau consiguió esos dos puntos en tres partidos disputados. Su debut coincidió con el partido inaugural junto con Brooks Koepka ante Justin Rose y Jon Rahm en la modalidad fourballs dónde consiguieron la victoria por uno arriba. A la mañana siguiente, y de nuevo con Brooks Koepka como escudero, llegaría la derrota por 2&1 ante Sergio García y Rory Mcllroy en fourballs. La victoria definitiva tuvo lugar en los individuales con un contundente 6&4 ante Tommy Fleetwood, una de las figuras de esa edición.
En apenas unos días veremos cómo se adaptará al campo de Whistling Straits y su capacidad de dar un paso al frente tras su gran temporada. Volver a ganar en el circuito americano y el recuerdo de un gran debut en Le Golf National seguro alimentarán las ganas de Finau de devolver la Ryder Cup al continente americano tras un periplo de cinco años.
