El espíritu de Rafa Nadal estaba aquella tarde de domingo muy presente en Chantaco. Era la jornada final del Lacoste Ladies Open de Francia. Tres jugadoras locales salían en el partido estelar, y no unas cualquiera. Ojo al dato: Gwladys Nocera, Joanna Klatten y Valentine Derrey. Banderas de Francia a gogó y todo preparado para una fiesta por todo lo alto.
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Por delante venían Azahara Muñoz y Carlota Ciganda con ganas de jaleo. Con el espíritu indomable de Rafa Nadal metido en vena. El rey de París. El héroe de Francia. El ídolo de Azahara. Con el de Manacor muy presente, las gestas están a la orden del día. Todo es posible. Y aquel 29 de septiembre de 2013 ocurrió.
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Azahara firmó unos nueve primeros hoyos de fábula, con un parcial de cinco bajo par, y se encaramó a la primera posición. Las galas se habían quedado en los tacos de salida y terminaron sin poder de reacción. La golfista española se permitió incluso el lujo final de hacer bogey en el hoyo 17 y, pese a todo, ganar el torneo.
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Se coronó en Chantaco, la primera de las dos veces, firmó su tercera victoria como profesional, la segunda en el Ladies European Tour y fue ella la que terminó cantando la Marsellesa…
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