– El estallido de Tiger Woods en Chambers Bay está perfectamente reflejado en los números: se marcha a casa siendo el 145º del torneo en calles cogidas, el 128 en greenes en regulación y el 151º en número de putts. Poco más que decir. Compiten 156. Nada anda bien a día de hoy en el juego de Tiger. Tiró 73 putts en dos días, una cantidad escalofriante sólo superada por los 74 de Cole Hammer, el chico de 15 años, y los 75 de Michael Putnam. A Tiger le queda mucho trabajo por delante para volver a ser competitivo, veremos si bajo la tutela de Chris Como, por libre o con algún otro gurú. En cualquier caso, la clave definitiva es saber si Tiger está dispuesto a invertir tantas horas en el campo de prácticas como necesita ahora mismo.
– Del vértigo de los números de Tiger Woods a otro bien diferente, literal. Hablamos, claro, de Jason Day, que acabó ayer la segunda ronda como pudo tras ser atendido en varias ocasiones por los médicos en el mismo campo de golf. Las imágenes fueron elocuentes y llamativas. Day terminó como buenamente fue capaz, ayudado por su grupo de trabajo para llegar al buggie. Firmó la tarjeta y se trasladó al Franciscan Medical Gruop. Allí fue atendido por los doctores Robert Stoecker y Charles Souliere, quienes determinaron, tras someterle a varias pruebas que sufría un síndrome de vértigo benigno, una dolencia que ya tuvo semanas atrás y que lo mantuvo de pruebas hospitalarias durante varios días. El australiano ha estado monitorizado y, en principio saldrá a jugar la tercera ronda. Marcha bien clasificado, con un total de -2, a tres golpes de los líderes.
– Chambers Bay está provocando comentarios a todos los niveles. Uno de los más repetidos que puede terminar con su futuro como sede del US Open tiene que ver con el público. Es un campo complicadísimo para seguir el juego por parte de los aficionados. Están lejos de los jugadores y, sobre todo, apenas se pueden ver con nitidez los golpes. Esto sí puede ser definitivo para que este escenario sea efímero como campo del US Open, salvo que hagan algo para solucionarlo. El periodista Michael Bamberger asegura en Sports Illustrated que es imposible para un aficionado seguir los 18 hoyos de un partido y califica al recorrido como el peor que él haya conocido desde el punto de vista del espectador.
– Y hablando del campo y, más concretamente de sus greenes. Henrik Stenson tiene el honor de haber pronunciado las dos frases del día: «tienes la sensación de estar pateando sobre brócoli» y «a veces es mejor estar en bunker que en green. En el hoyo 8 pegué un gran tiro a la bandera y me dejé una opción de birdie. Acabé tripateando sobre algo que se parecía más a la superficie de la luna que a un green».
– Aquí os dejamos como anticipo, las banderas de la tercera jornada del US Open y el enlace para seguir los resultados en directo. Sergio García comenzará a las 17.25 junto a Morgan Hoffman.
