Matthew Fitzpatrick ha hecho esta semana algo más propio de la política que del deporte. Ha dado marcha atrás sin reconocerlo, ha puesto en marcha el ventilador y se ha cargado al mensajero. Donde dije digo, digo Diego, ahora que está tan de moda. Ha sido en la previa del WGC Dell Technologies Match Play y tiene que ver con sus declaraciones de octubre contra Bryson DeChambeau y su método. El golfista inglés aseguró que la revolución iniciada por el norteamericano era una burla al golf y se explayó en sus argumentos contra la distancia. Ahora dice que fue culpa de los medios de comunicación que tergiversaron sus palabras. La evasiva no puede ser más antigua ni más torpe.
Autoexigencia, zozobra y sorpresa de Jon Rahm antes del Match Play
Vayamos a los antecedentes. Esto fue lo que dijo Fitzpatrick en octubre del año pasado, después de la victoria de DeChambeau en el US Open: «sé que no soy muy imparcial con lo que voy a decir porque no soy el golfista más largo del mundo. En Winged Foot las calles estaban terriblemente estrechas y lo cierto es que pegué al drive de manera brillante. Jugué muy bien y sin embargo acabé muy lejos de Bryson DeChambeau en la clasificación. Él estaba en el rough, mucho más largo y pegando wedges desde todos los lados. En cierto modo, creo que es una especie de burla hacia el juego. Cuando él está enchufado, no hay opción. Da igual que yo juegue mi mejor golf, él estará 50 yardas por delante. Sólo puedo competir con él con el putt y eso es absurdo. Pegar largo a la bola no es una habilidad. Yo podría también ganar músculo, visitar a un biomecánico y pegar 40 metros más largo. Es un hecho. También podría poner una varilla varios centímetros más larga. Pero la habilidad no es pegar largo, sino pegar recto. DeChambeau con su método está restando importancia a la habilidad de pegar recto. Seguro que muchos estáis en contra de mi argumento. Es sólo mi opinión».
Fitzpatrick cree que el método de DeChambeau es una burla al golf y éste lo pone en su sitio
Cuesta encontrar la posible tergiversación. Se puede decir más alto, pero no más claro. Repasamos: «burla», «no es una habilidad», «yo podría hacerlo»… Fitzpatrick asegura que sus palabras se sacaron de contexto, sin embargo la realidad es que no puede estar más y mejor contextualizadas. Ahora, lo que ha dicho es que «mis comentarios entonces eran sólo mi opinión. No hay duda de que mis palabras se sacaron de contexto. He hablado con Bryson desde entonces, he hablado con él esta semana y no hay problemas entre nosotros. Es sólo un tema de los medios, ese tipo de gente a la que le gusta retorcer las cosas», aseguró sin rubor alguno. Incluso, se permitió el lujo de bromear sobre el tema: «realmente nos odiamos, hay algo muy feo entre nosotros, de todos modos no me gustaría verme involucrado en una pelea con él…», dijo, esto sí, entre risas.
Una ensalada de datos muy apetitosos que… no sirve para nada
Llama la atención que Fitzpatrick no aprovechara el momento ante los medios, esos que según él tergiversan sus palabras, para haber aclarado lo que quiso decir en su día respecto a DeChambeau y por qué cree que sus argumentos se retorcieron. ¿Qué quiso decir entonces? ¿Dónde está el malentendido? Seguramente, todo es más fácil que eso. Fitzpatrick se metió en un jardín él solito y ahora ha querido marcharse de rositas, saliendo por la tangente y culpando al empedrado. Pues no, Matthew, pues no… A lo hecho, pecho… O cuando menos una marcha atrás elegante.
Esta marcha atrás de Fitzpatrick ha venido aderezada con una foto hablando con DeChambeau en la jornada de prácticas en el Austin Country Club y este mensaje: «cogiendo algunos consejos…». La subió a las redes sociales. El golfista británico tiene todo el derecho del mundo a dar marcha atrás, pero es muy feo echarle la culpa al que pasaba por allí…
Jon Rahm y Sergio García sólo se verían las caras en la final del WGC Match Play
El que sí ha estado elegante en toda esta historia es el propio DeChambeau. Encajó las palabras de Fitzpatrick sin echar más leña al fuego, las asumió como un elogio y recordó que él no sólo le pega fuerte. Dijo esto: «El camino que he iniciado hace ya algunos meses me permite tener una ventaja sobre todos los demás y creo que eso es una habilidad. Estoy cogiendo muchas calles pegando drives de 360 yardas y eso no es nada fácil. Es más, creo que a día de hoy, tal y como se preparan los campos, es más difícil coger calles con la distancia que yo hago. Están más preparados para jugadores como Fitzpatrick y sus distancias. Desde mi perspectiva, se necesita un poco más de capacidad para hacer lo que yo hago y esa es la razón de que haya muy pocos haciendo lo mismo que yo».
Pelillos a la mar, genial, pero con los puntos sobre las íes, no retorciendo la historia de lo que realmente ocurrió.
