Jon Rahm ha sido eliminado en los octavos de final del WGC Dell Technologies Match Play. Ha perdido contra Brooks Koepka en el primer hoyo de desempate. Ha caído con las botas puestas tras un ejercicio de supervivencia casi antológico. Apenas le han faltado un par centímetros para rubricar una remontada que hubiera quedado grabada en los anales del torneo.
Porque Jon, después de pegar el golpe de salida en el hoyo 14, estaba fuera de combate. Así lo parecía desde luego. Ni el más furibundo de los optimistas habría sido capaz de defender lo contrario. En ese instante, Jon iba dos abajo contra Koepka y su tiro desde el tee terminó en el agua. Brooks estaba en calle, por lo que las cuentas no salían… Apestaba el asunto a tres arriba y cuatro hoyos por jugar. Imposible.
Hasta ese momento el duelo había estado bastante equilibrado. Ninguno de los dos estaba haciendo un despliegue de golf extraordinario. Jon andaba un poco mejor desde el tee y Koepka se mostraba uno o dos puntos mejor con los tiros a green. Apenas sumaban un par de birdies cada uno, aunque la sarten por el mango la tenía Koepka.
El campeón de cuatro Grandes estaba jugando inteligente, sin apabullar, pero sin cometer errores. Se le veía en control. Su golf no está para sacar del campo a nadie, pero tampoco se iba a tirar él al callejón. Era una especie de ‘si me quieres ganar, ven a por mí’.
Este plan era suficiente para ir ganando a un Rahm al que no le terminaban de cuadrar los hoyos. Desde el tee ha estado excelso, pero con los hierros y wedges y con el putt ha estado irregular. Tan pronto ha pegado tiros muy buenos, como no conseguía dejarse opciones buenas de birdie desde posiciones excelentes en la calle. Y con el putt, tres cuartos de los mismo. Ha pateado mejor cuando ha estado contras las cuerdas. Koepka ha sido una especie de gota malaya que ha ido erosionando a Rahm poco a poco.
La dinámica del partido apuntaba a victoria de Koepka por derribo. Daba la sensación de que caería por su propio peso. Sin embargo, a Rahm aún le quedaban la raza y la épica. Primero salvó un par extraordinario en el hoyo 12 después de irse al agua de segundo golpe. Su cuarto, después de dropar, la dejó a metro y medio, hizo el 5 y empató el hoyo. Aquello fue sensacional, pero apenas un aperitivo de lo que esperaba en el 14, justo después de perder el 13 y ponerse 2 abajo.
Tras mandar la salida al agua, Jon dropó y pegó un tercer segundo golpe. La puso en green, a unos ocho metros para par. Koepka pateaba para birdie desde unos diez metros. La ventaja era clarísima. Sin embargo, el putt del jugador de Florida se quedó dos metros corto y Jon metió su putt de par… ¡Bienvenidos al match play! Rahm salvó el par y Koepka falló el suyo. Lo que apuntaba a sentencia de muerte en el tee, se convertía en tabla de salvación.
Esa fue la segunda de las vidas de las varias que ha enseñado hoy Rahm. La tercera llegó en el 16. Tras ponerse a uno en el 14, Koepka ganó el 15 con un gran tiro desde la calle y un golpe no tan bueno de Jon. Dos abajo y tres a jugar…
La tercera vida salió en el 16… Jon jugó el hoyo de libro. Gran salida, muy buen segundo golpe, chip precioso (y muy difícil) y putt de birdie de metro y poco para dentro. Ganaba el hoyo y se ponía de nuevo a uno y dos a jugar.
Cuarta vida en el 17… Su golpe desde el tee, pegando primero, es bueno, pero cierra un poco más de la cuenta y con el efecto se queda justo al borde del barranco, sobre el rough… Sudores fríos. Koepka no aprovecha la oportunidad, falla el primer golpe, acaba dentro de una mata, la saca como puede y termina la liada con un bogey. Mientras, Jon ejecuta un approach magistral desde el alambre que está a punto de entrar. Par y hoyo ganado. Empate. Quién lo hubiera dicho tras el golpe de salida del 14…
Llegamos al 18. Es la quinta vida de Jon. Concurso de approachs a 70 metros del hoyo desde el rough, prácticamente desde la misma posición. Koepka se pasa cinco metros y Jon la deja a poco más de dos con un globo precioso que pasa muy cerca del hoyo. Koepka falla y ahí tiene Jon su oportunidad…
Pero falla el putt. Pasó a dos centímetros del hoyo. Eso es lo poco que le faltó para rubricar una remontada para la antología del torneo. Una nimiedad. Una pena. Su esfuerzo, su lucha y su fe lo habían merecido.
En el primer hoyo de desempate, jugaron el 10, Jon no pegó un buen segundo golpe. La irregularidad. Mientras, Koepka se dejó un putt de birdie delicado desde el antegreen. No era una oportunidad clara… pero la metió y se acabó. A Jon aún le quedaba un putt de par de dos metros para acabar el hoyo, pero no le hizo falta tirarlo.
Rahm ha estado muy cerca de meterse en cuartos sin ofrecer su mejor versión. No ha sido mala, pero no ha sido la mejor. Eso es lo más positivo, la mejor conclusión. Aún debe seguir engrasando esos tiros a green, la parcela del juego donde ahora mismo parece tener más margen de mejora. Pero se va del Austin Country Club después de una actuación notable y recuperando buenas sensaciones en los greenes y con su juego corto. Una semana positiva y la vista puesta ya en Augusta.
Así está la batalla por el Número 1 del mundo
En cuanto al Número 1 del mundo, las cuentas son muy sencillas. Si Scottie Scheffler gana el torneo, le arrebatará la posición. Si Scheffler no gana, Rahm sumará la semana número 44 al frente del pelotón mundial, las mismas que consiguió en su día Nick Price.
Así quedan los cuartos de final del Match Play
Los cuartos de final del Match Play ya están en marcha. Se enfrentan Scheffler contra un sorprendente Seamus Power, que liquidó por la vía rápida a Hatton; Dustin Johnson, que despertó del sueño a Richard Bland, contra Brooks Koepka; Abraham Ancer, que destrozó a Morikawa, contra Corey Conners y Kevin Kisner, otro superviviente, que ganó a Adam Scott tras ponerse 3 abajo, frente al ganador del Kevin Na contra Will Zalatoris.
