Si algo caracteriza a los grandes campeones como Rory McIlroy, además de su indiscutible talento en el juego, es su enorme ambición. Una voracidad de títulos, prestigio y, cómo no, dinero, que les impide caer jamás en el conformismo. Algo que el golfista norirlandés ha dejado claro con sus declaraciones de hoy, posteriores a la segunda ronda del WGC HSBC Champions de Shangai en la que ha firmado una tarjeta de 66 golpes recuperando 17 posiciones en la clasificación.
Cuestionado por la dificultad de volver a la competición tras casi un mes de descanso, el número tres del mundo señala: «Sí, la verdad es que es un poco complicado, sobre todo viniendo de la Ryder Cup, que fue una gran decepción, y de dos semanas de intensa competencia a tope de adrenalina. A veces es complicado recuperar de nuevo esas sensaciones y esa tensión en el juego».
Pero Rory tiene claro que no hay tiempo para la relajación y que, aunque estemos casi en noviembre, aún hay un objetivo muy importante a su alcance antes de que termine el año. «Estamos en un WGC y para mí era muy importante volver a evaluar mis metas después de la FedEx Cup. Y, bueno, quiero intentar hacerlo lo mejor posible aquí y pelear para ganar la Race to Dubai. Hay mucho en juego todavía para mí, así que me resulta sencillo seguir motivado las próximas semanas».
McIlroy, ganador en tres ocasiones de la Race to Dubai (2012, 2014 y 2015), está tercero en el ránking con 2.487.204 puntos. Tiene por delante a Henrik Stenson (3.130.447 puntos) y Danny Willett (3.543.175 puntos), a los que podría dar caza para sumar su cuarta Race to Dubai. Sería la tercera de forma consecutiva, algo que sólo lograron en su día, bajo la denominación de Orden de Mérito, Peter Oosterhuis (1971, 1972, 1973 y 1974), Severiano Ballesteros (1976, 1977 y 1978) y, por supuesto, Colin Montgomerie, con ocho en su haber, siete seguidas (de 1993 a 1999).
Rory needed only 26 putts in Round 2.
Technically, this wasn’t one of them. https://t.co/zfIU1xUjpr
— PGA TOUR (@PGATOUR) 28 de octubre de 2016
Para lograrlo, además del WGC HSBC Champions de esta semana, dispondrá de otras tres citas en el calendario: el Turkish Ailines Open, del 3 al 6 de noviembre, el Nedbank Golf Challenge, del 10 al 13 de noviembre, y la prueba final en Dubai, conocida como DP World Tour Championship, del 17 al 20 del mismo mes.
En caso de hacer realidad su objetivo, Rory igualaría una hazaña que, hasta la fecha, sólo ha alcanzado el sueco Henrik Stenson en 2013: ganar la FedEx Cup y la Race to Dubai en la misma temporada. Stenson lo logró tras sumar siete top 10 en 17 torneos del European Tour, entre ellos dos segundos puestos, dos terceros y un triunfo el DP World Tour Championship de Dubai para lograr la Race to Dubai; y dos triunfos en el Deutsche Bank Champioship y el Tour Championship, tres segundos puestos y ocho top 10 en el PGA Tour, logrando el segundo puesto en la lista de ganancias y ganando después los playoffs de la FedEx Cup.
Una buena forma de empezar a acercarse a su reto para Rory sería ganar este domingo en China, algo que ve factible pese a los seis golpes de ventaja del japonés Hideki Matsuyama: «Recuperar seis golpes en 36 hoyos no es imposible. He sido capaz de hacerlo en sólo 18 hoyos, e incluso recuperar siete golpes en una vuelta. Así que en 36 hoyos pueden pasar muchas cosas. Hideki está jugando muy bien, ganó en Japón, fue segundo en Malasia… Será difícil alcanzarle, pero por cómo me sentí hoy, si puedo mantenerme así estos dos próximos días creo que tendré una oportunidad».
