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El fiable Thomas y la rebelión de Van Rooyen contra su papel de secundario

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Erik Van Rooyen, durante la vuelta del sábado en Chapultepec. (© Golffile | Ken Murray)

Justin Thomas es un líder fiable donde los haya. De las once veces que ha salido primero un domingo, ha conseguido ganar ocho. Sólo Tiger Woods y Branden Grace tienen un porcentaje mejor en el PGA Tour y el European Tour de todos aquellos que han estado en esa misma situación al menos en siete ocasiones.

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Bien es cierto, no obstante, que en 2017 ya salió de líder en solitario el domingo en este mismo torneo y acabó en la quinta posición. De sus 18 birdies en el torneo, doce los ha hecho en los segundos nueve hoyos.

Thomas está buscando en México unirse a un club muy prestigioso del que sólo forman parte Jack Nicklaus, Sam Snead y Tiger Woods. Sería el cuarto en el PGA Tour que gana al menos trece torneos antes de cumplir 27 años. Contando desde 1935.

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– A Erik Van Rooyen, segundo a un golpe de Justin Thomas, no le gusta el papel de víctima propiciatoria que le han endosado los medios norteamericanos. El sudafricano se rebela contra eso. «Claro que hoy he tenido nervios por salir en el último partido, pero cuando eso no pase es que hay algo mal en la cabeza. Son nervios buenos. Sé que tengo menos palmarés que el resto de jugadores que está arriba, pero también tengo claro que estoy jugando muy bien, mi cabeza está donde tiene que estar y a este nivel soy capaz de ganar a cualquiera en cualquier sitio». Van Rooyen necesita un segunda puesto en solitario para lograr la tarjeta condicional del PGA Tour.

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Por cierto, empezó el torneo con +3 en los primeros nueve hoyos y lleva un acumulado de -17 en los 45 restantes. No están mal, aunque impresiona bastante más el -15 de Rahm en los últimos 27.

Patrick Reed es el mejor pateador del torneo. Nadie ha hecho más greenes a un putt que él durante la semana (34). Está convencido de que puede ganar y, además, se quiere sacar la espina del Sentry Tournament of Champions, cuando cayó en el desempate frente, precisamente, a Justin Thomas.

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– México está de fiesta con Abraham Ancer y Carlos Ortiz. Los dos están metidos en el top 20 del torneo, una proeza para un país que poco a poco está haciendo cada vez más ruido en los mejores torneos del mundo.

– El hoyo en uno de Rahm en el 17 eclipsó el que hizo Chez Reavie en el hoyo 3. Pero al César lo que es del César. Ahí: un hierro 9 a 167 yardas. Es uno de los jugadores con más puntería del PGA Tour. Es el quinto de su carrera.

Gary Woodland es noveno a seis golpes de Justin Thomas. Aunque no lo crean nunca jamás ha quedado entre los diez primeros en un WGC en formato stroke play… Quién lo diría del campeón del US Open.

Rory McIlroy pegó ayer dos drives por encima de las 400 yardas. Uno fue en el 10, de 412, y otro en el 10, de 410. En el primer caso hizo par y en el segundo, birdie.

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– La media de golpes en Chapultepec es cada vez mejor. El primer día se fue por encima de 72, el viernes estuvo por encima de 71 y ayer se cerró en poco más de 70 golpes. El acumulado total del torneo el jueves fue de +100, el viernes de -52 y ayer de -90.

Pablo Larrazábal (+2) entregó una tarjeta de 70 golpes, uno bajo par. No jugó tan bien como el jueves, pero sí mejoró las prestaciones del viernes. De hecho, la vuelta iba muy bien hasta que un bote traicionero lo metió en un lío en el hoyo 1, acabó en bogey y perdió un poco la concentración. Le costó volver de ahí. Por cierto, en el 5 salvó un bogey antológico yéndose de nuevo a los árboles. Intentó meterla por un espacio de unos dos metros a sesenta metros de donde estaba con una bola baja y rebotó en el árbol a la derecha, al hoyo 6. Desde ahí se la volvió a jugar atravesando por abajo todos los árboles y pegó un tirazo impresionante. Se dejó opción de par de tres metros que no metió.

Sergio García (+3) ha jugado bajo par (70) pero se le ha vuelto a atragantar el final, con dos bogeys en los tres últimos hoyos. Esta vez jugó peor de tee a green, pero se encontró más cómodo con el putt. La vuelta del domingo debe ser para agarrar buenas sensaciones para el futuro.

Jorge Campillo (+7) ha jugado bajo par y ha roto la barrera de 70 golpes. No obstante, su mejor momento ha sido en el hoyo 15. Su tercer golpe ha sido grandioso. Estaba muy a la izquierda, cerca de la calle del 11. Desde ahí ha pegado una bola baja, contra el talud de rough del green y ha estado a punto de hacer eagle. Espectacular.

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