Inicio WGC WGC México Championship ¿ERA RAHMBO O ERA ATILA?

¿ERA RAHMBO O ERA ATILA?

Compartir
Jon Rahm. © Ken Murray | Golffile

Jon Rahm (-11) ha firmado 61 golpes en la tercera ronda del WGC México Championship. Es la mejor vuelta de su carrera profesional, ha destrozado el récord del Club de Golf Chapultepec y ha igualado el resultado más bajo de siempre en una ronda de un Campeonato del Mundo.

Rahm ha hecho hoy magia. Se ha disfrazado de dibujos animados y ha rubricado una ronda antológica que ha incluido nueve birdies y un hoyo en uno. Y de paso, se ha metido de lleno en la pelea por la victoria en el torneo. Sí, una semana más. Un domingo más. Jon no falta a la cita. Se ha colocado en cuarta posición, a cuatro golpes del líder, Justin Thomas (-15), y a tres de la segunda posición compartida por Erik Van Rooyen (-14) y Patrick Reed (-14).

VÍDEO: Así fue la histórica ronda de 61 golpes de Jon Rahm en el WGC México

Rahm ha completado hoy una jornada que por derecho propio se cuela en los anales de los WGC. Lo ha conseguido con un juego de tiralíneas de tee a green, rematado con ese hoyo en uno en el 17 que ponía patas arriba Chapultepec. A su poderoso drive y sus hierros de fantasía se ha unido puntualmente su arma más letal: el putter.

Es curioso cómo es este deporte, el golf y la competición. Ayer después de nueve hoyos estaba perdido en la clasificación, a quince golpes de la cabeza, sin opción alguna de nada. Hoy, tras una secuencia astronómica de quince bajo par en sus últimos 27 hoyos, se ha metido en el penúltimo partido con Rory McIlroy y Bryson DeChambeau, sí, DeChambeau, precisamente el jugador que ayer le sacaba quince golpes. «Siempre hay que intentarlo», decía ayer Rahm.

VÍDEO: Rahm culmina su sábado mágico en México con un sensacional hoyo en uno

Lo de Jon en las últimas 24 horas es un canto a la fe, al DEPORTISTA con mayúsculas. Un homenaje a todos aquellos que jamás tiran la toalla. Gane o no gane mañana, lo que ha dejado escrito este sábado en Chapultepec recuerda a las mejores remontadas de Rafa Nadal, a ese espíritu indomable que es imposible quebrar. Podrá ganar o perder, pero se dejará siempre hasta la última gota de aliento.

Rahm pidió ayer un inicio fuerte y así ha sido. Más fuerte es casi imposible. Cuatro birdies en los primeros cuatro hoyos. Los tres primeros con bolas dadas y el cuarto con un buen putt de poco más de tres metros. Era una fuerza de la naturaleza. Un vendaval. Rahm disfrazado de Rahmbo en sábado de Carnaval… ¿O quizás era Atila…?

Rahm encuentra la luz en una charla camino del tee del 1

Hay que decir que 45 minutos antes de hacer su primer birdie en el 1, las sensaciones que transmitía Jon no eran las mejores. Qué cosas. Llegaba al campo de prácticas con los auriculares puestos, acompañado por su caddie, Adam Hayes, y se colocaba en un puesto justo a la derecha de Rafa Cabrera Bello, que apuraba sus últimas maderas antes de salir a jugar. Saludo amistoso entre los españoles y confesión del vizcaíno: «Estoy reventado, no consigo dormir bien ningún día. No sé qué me pasa aquí, si será la altura, el cambio horario o qué, pero me despierto mucho por la noche y cuando suena el despertador estoy igual de cansado que cuando me acosté». Ya ven…

Insistimos: no hay nada que pueda quebrar a Rahm. Da igual que llueva, truene, haga frío, calor, fiebre, una mala noche o una secuencia de tres bogeys consecutivos. Jon siempre pelea y lo da todo y como las cosas le empiecen a salir a ver quién lo detiene…

El CEO de la PGL: «Sólo pasará si todo el mundo quiere que pase»

Como decimos, birdie dado en el 1, en el 2, en el 3 y gran putt en el 4. En el 5 volvió a patear para birdie desde unos diez metros y hacía par y en el 6 caía el quinto de la tarde con un approach delicioso desde el fondo de green tras buscar de dos la bandera. Chip mágico. Otro birdie dado.

En el hoyo 7, par 3, sacó el primer bonus del día. Birdie desde unos cuatro metros y medio. Acto seguido cometía bogey en el 8. Con tres putts. Revés y freno. Se le fue un poco la mano en el primer putt y falló el de vuelta desde unos dos metros. En el 9 hacía par con otra opción larga de birdie, pero siempre tirando desde la calle o muy bien colocado, como en el 6, que estaba en el primer corte de rough.

PODCAST: El mejor análisis del WGC México desde Chapultepec

Por primera vez enlazaba dos hoyos sin sacarle algo positivo al campo, así que tocaba encender otra vez la máquina. Birdie de libro en el 10. Desde el primer corte de la izquierda pegó un soberano wedge que dejó a poco más de dos metros… y dentro. Tuvo que esperar un buen rato para tirar ese putt, alrededor de tres minutos, porque había atasco en el siguiente tee y no merecía la pena correr. Lección de madurez y tranquilidad. Cero ansia por seguir haciendo birdies. Iba en una burbuja. Lo metió por todo el centro.

En el hoyo 11, par 5, pegó un drive estratosférico. La puso a 390 yardas y después falló uno de los pocos golpes del día junto con el primer putt del 8 y la salida del 14. Su tiro a green, con hierro, no consiguió superar los árboles de la derecha, se estrelló contra una rama y la bola acabó entre los troncos aunque con tiro a green. Su approach fue excelso y se dejó una opción de birdie larga que no metió. Se podría decir que era el segundo freno del día. El bogey del 8 y dejar pasar este par 5 sin hacer birdie. Tampoco lo hizo en el 12, aunque lo volvió a jugar perfecto. Su putt de algo más de cuatro metros para birdie no entró por poco.

Nuevamente llevaba dos hoyos sin hacer birdie… Demasiado. Le sacó uno sideral al 13 con un putt sensacional, el mejor de Jon en lo que llevamos de torneo. Tenía más de 12 metros y una trayectoria endiablada por encima de un piano y cayendo de derecha a izquierda. Una bandera muy traicionera. Tanto que sólo se vieron tres birdies hoy, el primero lo hizo Jon y después vinieron los de Scheffler y Howell III. Esto sí que era un bonus muy serio. La producción seguía creciendo.

En el 14 falla la calle y salva un par muy tranquilo con un golpe de recuperación fantástico, entre los árboles, con la bola a ras de suelo para alcanzar el principio de green. Seguía la magia. Otro birdie en el 15, par 5. Green de dos, dos putts y fácil. Uno menos. Seguía restando. Tambores de guerra y la voz que ya se empezada a correr por todo México. El partido se empezó a llenar de público. «¿Te ha enterado de lo que está haciendo Jon Rahm?», le decía un pequeñín a su padre corriendo hasta el tee del 16.

Pues aún quedaba lo mejor, chico… La bomba atómica. El hoyo en uno en el 17. Sí, hoyo en uno. Definitivamente, Jon se había disfrazado hoy de Atila. Golpe perfecto, al sitio, un bote en green y el siguiente dentro del hoyo. Justo a la izquierda de ese tee hay una carpa que se llama Fiesta Club y donde el tequila corre a gusto. Desde allí precisamente llegaron las voces el jueves gritando «agua» justo antes de tirar Jon. Esta vez la Fiesta la puso el golfista de Barrika. Los tequilas corrieron a su cuenta.

Aún se dejó una última opción de birdie en el 18. La bola se quedó a un palmo del hoyo para rubricar la mejor vuelta de la historia en los WGC. No pasa nada. Ahí quedará para siempre su nombre con este 61. Diez bajo par. Dibujos animados en Chapultepec. México lindo. ¿Algún premio extra por el hoyo 1 en el 17? «Sí –responde Jon–, que estoy más cerca de la cabeza». Indomable.

Consulta aquí los resultados en vivo