Inicio Tengolf TV Pablo sabe que la venganza debe servirse en plato frío

Pablo sabe que la venganza debe servirse en plato frío

Compartir

Pablo Larrazábal tiene una cuenta pendiente con las grandes citas. Tiene claro que su rendimiento ha estado por debajo de sus posibilidades en los 15 Majors que ha jugado, 10 Campeonatos del Mundo y 23 Rolex Series. Su balance en los primeros es de cero top ten, once cortes fallados (nueve consecutivos) y una trigésima posición como mejor resultado. En los WGC tampoco ha acabado nunca entre los diez primeros y su mejor actuación fue 14º en el HSBC Champions de 2014. Mientras, en los Rolex sólo acabó una vez entre los diez mejores (sexto en Abu Dhabi en 2019) y ha fallado once cortes. Definitivamente, el golfista de Barcelona no está feliz con esta hoja de servicios y desea cambiarla cuanto antes.

De entrada, tensión y estafa, pero esto no es como empieza…

Eso sí, tiene muy claro que la venganza debe servirla en plato frío. Larrazábal tiene detectado que fueron precisamente las ganas y el ansia por hacerlo bien en este tipo de torneos lo que le ha jugado habitualmente una mala pasada. «Las ganas de hacerlo bien te presionan un poco más, te aceleran y eso para Pablo, mal… Eso no me viene bien», afirma a Ten Golf. Por este motivo, ha decidido tomarse este WGC México con más calma. Está tranquilo y con las expectativas justas. Claro que quiere acabar lo mejor posible, pero no va a forzarlo, el objetivo es dejar que las cosas salgan.

McIlroy pega un portazo en las narices al nuevo circuito mundial

Esta tranquilidad tiene una base de trabajo detrás brutal. Pablo es consciente de que se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera. Está pegando a la bola muy bien, ya ha ganado esta temporada y todo este cóctel hace que la ansiedad sea menor. Está calmado, a verlas venir, aunque con el colmillo afilado por si se presenta la ocasión. «El momento de mi carrera que mejor preparado estaba fue para el British Open de 2015 en St Andrews. Nunca he estado mejor que esa semana, pero me fracturé una vértebra por estrés y ahí acabó todo. Diría que esta semana es la segunda vez que mejor me siento», asegura.

PODCAST: El mejor análisis del WGC México desde Chapultepec

La realidad es que Pablo nunca ha tenido problemas para batirse cara a cara contra los mejores del mundo en torneos del European Tour. Así lo dictan sus victorias. Jamás se ha achicado por mucho lustre que tuviera el rival y esa es la paradoja con la que intentará acabar en Chapultepec esta semana.

La otra espina que debe sacarse es con el campo. Chapultepec le castigó con dureza en su primera y única visita allá por 2017. Sólo hubo dos jugadores por debajo de él en la clasificación y firmó cuatro vueltas de 73, 73, 75 y 78. Asegura que este año la preparación ha sido distinta, más fina. «Ahora hemos preparado cuánta distancia hacemos aquí con cada palo y eso es lo que vamos a utilizar, mientras que en mi primera vez aquí calculábamos por porcentaje», explica.

Aquí tienen sus sensaciones antes de empezar el torneo…