Rose Zhang alzando un trofeo con unas asas singulares, Adrien Dumont de Chassart sonriendo mientras agarra un volante de BMW y Ricky Castillo sosteniendo una hélice. Estas recientes instantáneas tienen una carga simbólica que marca una nueva era en el golf profesional. Los jóvenes están llegando y no sólo para ir asentándose poco a poco en la élite, sino para ganar nada más estrenar su nuevo estatus. Golpean duro, le pegan bien y están además bien preparados psicológicamente.
Lo más sonado fue el triunfo de Zhang (20 años) en el Mizuho Americas por varios motivos, pero el fundamental es que llegó, vio y venció en el LPGA Tour. Sí, su fama y sus resultados universitarios la precedían con cifras imbatibles y éxitos incontestables ya contados en este y en muchos sitios, pero desenvolverse como lo hizo, con la presión que pesaba sobre sus hombros por el anhelo de los estadounidenses de contar con una figura como varios lustros antes representó Michelle Wie, habla mucho y bien del talento de la ex número uno del ranking amateur, que aún tiene que terminar la carrera en Stanford, pues sólo ha cursado los dos primeros años.
Triunfó Zhang unos días después de convertirse en profesional, exactamente igual que Adrien Dumont de Chassart (23 años), aunque en su caso en el Korn Ferry Tour (KFT). El belga de Illinois acabó tercero en el ranking del PGA University y, por consiguiente, le pertenecía una exención completa (para los clasificados en este ranking del segundo al quinto, mientras quienes terminaron del sexto al décimo tienen condicionada la tarjeta) en la segunda división americana. Se plantó Dumont de Chassart en el BMW Charity Pro-Am de Greer (Carolina del Norte) menos de una semana después de abandonar su estatus de aficionado y, pumba, debut victorioso. Encima, se llevó el volante de marras ganando un desempate (a Josh Teater).
A winner straight out of @PGATOURU!
22-year-old @RickykCastillo is victorious in his first pro start @WichitaOpen. pic.twitter.com/gbctFghr1W
— Korn Ferry Tour (@KornFerryTour) June 18, 2023
Pero es que el europeo ha estado a punto de igualar a Ben Kohles, el único capaz de vencer en sus dos primeras salidas en el KFT, allá por 2012. Dumont de Chassart, que dominaba tras 54 hoyos por cuatro golpes el Wichita Open, cayó en un playoff que también disputó Kyle Jones con Ricky Castillo (22 años), noveno en el PGA University, enrolado hasta hace unas semanas en los Gators de Florida y que hacía su debut como profesional en el Crestview Country Club al recibir una exención del patrocinador. Ricky aceptó, cogió los bártulos y dividió el viaje de 18 horas desde Gainesville (Florida) a Wichita (Kansas) en varios días, deteniéndose brevemente en Tennessee. ¡Quién da más! ¿Qué hará Ricky para celebrar su primera victoria profesional? Lo mismo que hizo para iniciar su carrera: hacer las maletas y salir a la carretera, aunque ya como miembro totalmente exento del KFT.
Y qué decir de otros mozalbetes que ya están en primera línea, como el sueco Ludvig Aberg, ganador del PGA University y por tanto nuevo miembro del PGA Tour; Sam Bennett, quinto en este ranking y que brilló como amateur en el pasado Masters y ya como pro en este US Open; Fred Biondi, vencedor individual y por equipos (Florida) en la final de la NCAA y que ha dado ya el salto al KFT (y empapa con agua a su compañero gator Castillo tras su triunfo); Gordon Sargent, el mejor aficionado este fin de semana en Los Angeles Country Club; Patrick Welch, William Mouw y Ross Steelman, que superaron el corte en el Wichita Open el pasado viernes… La nueva hornada de golfistas procedentes de la NCAA no quieren esperar. Vienen ya con ganas de mambo.
