Acabaron los Juegos Olímpicos. Hoy terminó el torneo femenino y es momento de hacer balance. Carlota Ciganda (-4) se ha despedido con una tarjeta de 69 golpes, puesto 29º, y Azahara Muñoz (+5) ha finalizado con el par, puesto 50º. Las sensaciones este sábado de las dos golfistas españolas han sido mejores, pero lejos aún de lo que se espera, de lo que ellas mismas saben que pueden ofrecer. Marcelo Prieto, capitán del equipo español, recapitula y saca conclusiones. Habrá tiempo para meter más y mejor el bisturí, pero en caliente ya tienen sobre la mesa algunas líneas maestras sobre las que trabajar.
«Ha sido una experiencia muy buena. A nivel de resultados no han sido los esperados porque hemos traído dos jugadoras muy buenas con mucha experiencia y sabíamos que podíamos optar a medallas porque tienen nivel para ello, pero no fue así», asegura a modo de balance en caliente. La clave, sin duda, estuvo en la segunda jornada. «El primer día creamos una ilusión importante, pero el segundo día no pudimos aprovechar que estaba el campo en condiciones más asequibles. En esa ronda se desvaneció todo», apunta.
En cuanto a la actuación de Carlota Ciganda, Marcelo apunta que «hoy en la cuarta vuelta ha jugado bastante bien de tee a green, ha hecho dos greenes a tres putts y ha podido meter alguna más. En el balance de la semana ha jugado un poco inconsistente. Rozó la perfección desde el tee y ha pateado muy bien, pero la inconsistencia en los tiros a green le han hecho hacer muchos bogeys. Nelly Korda hizo 22 birdies y un eagle, que son -24, mientras que Carlota hizo 19 birdies y dos eagles, que son -23. Estamos a nivel de medalla de oro en birdies, pero los bogeys y un par de doble bogeys nos han frenado. En unos Juegos hay que hacer birdies y cometer muy pocos errores», explica.
En cuanto a Azahara Muñoz, Prieto, que la conoce muy bien porque es su entrenador, asegura que «hoy jugó muy bien de tee a green, tuvo muchas opciones de birdie y ha metido muy poco. No diría que ha pateado mal, pero se le han escapado muchas. Cuando la bola no entra no hay mucho que hacer. Aza se marcha con una sensación muy amarga porque no ha jugado mal, pero le ha costado mucho meter el drive en calle y sin eso en este campo es difícil. Hoy sí la metió en calle y con un buen putt habría hecho una vuelta muy baja», señala.
En cuanto a las conclusiones, Marcelo tiene ya algunas cosas claras. «Estamos pensando y analizando ya cómo podemos encarar los próximos Juegos de Francia. Ahí será más fácil. Les dijimos que podían venir a entrenar a Japón en el periodo olímpico, pero con el Covid y los calendarios era muy difícil. En Francia podremos ir más veces y prepararlo de otra manera. Soy consciente de que el golf no es como otros deportes, como la gimnasia o el atletismo, donde están casi día a día con sus entrenadores. Aquí ellas están en Estados Unidos y no tenemos ese contacto tan estrecho y frecuente. Tenemos que pensar el mejor método para poder hacer entrenamientos más efectivos con los equipos olímpicos y mejorar esos resultados. Ya estamos pensando en los próximos Juegos y no sólo eso, antes queremos meter más jugadoras en el LPGA Tour, es el gran objetivo, y también tendremos que ver cómo plantear el Pro Spain Team para el próximo año», matiza.
Desde el punto de vista persona, Marcelo ha vibrado con la experiencia olímpica, pero se marcha con ganas de volver a pelear. «La experiencia ha sido muy buena, pero el sabor es agridulce porque esperaba más. Pero ahora, una vez pasado esto, tengo claro que aquí en el deporte y en la vida o mejoras o empeoras… y hay que hacerlo todo para mejorar. Desde ya estamos pensando en los próximos Juegos», remata.
