Sergio García ha finalizado su participación en el Masters de Augusta con una ronda de 71 golpes, la segunda bajo par de la semana. Un pequeñísimo caramelo que llevarse a la boca para el Valderrama Open de España, aunque a Sergio le ha sabido de muy poco.
Termina otro duro Masters de Augusta para Sergio, incómodo, mentalmente agotador. El español no termina de hincarle el diente a la primera gran semana del año. No consigue disfrutar, no encuentra la manera de mantener sus niveles altos de concentración y estimulación durante los cuatro días. Lo intenta, pero de momento no sabe cómo. Siempre hay un momento en el que Augusta le suelta el varapalo y le cuesta encajarlo. Eso sí, no tira la toalla, pese a que sus sensaciones no era hoy las mejores después de entregar la tarjeta. «Tengo que seguir buscando para encontrar esa fórmula, el clic que permita afrontar esta semana en mejores condiciones. Ojalá pueda jugar 18 veces más y algún día lo encuentre. Me resulta mentalmente muy duro asimilar que un buen golpe que merece el birdie acabe siendo doble bogey. Me ha pasado hasta tres veces esta semana. Creo que esta semana he merecido más por mi juego de lo que refleja el resultado y no es fácil luchar contra esa sensación. El campo es un desafío constante, es duro, a veces quizás tienes la sensación de que no es justo, aunque imagino que el juego en sí mismo tampoco es justo a veces.», señala.
Sergio ha vuelto a jugar muy bien al golf este domingo. De hecho, se marcha de Augusta con tres ronda de golf muy buenas, aunque la segunda, donde no obtuvo el resultado que esperaba, le acabó pasando factura en la tercera, donde no le salió nada. Hoy al menos ha conseguido jugar bajo par y sobre todo, firmar una gran remontada en los últimos once hoyos. Llegó al tee del 8 con un parcial de tres sobre el par y acabó con cuatro birdies en el 8, 9 (gran putt de birdie), 13 y 16 (otro gran putt).
Precisamente, respecto a su rendimiento en los greenes, hay que apuntar que Sergio decidía cambiar a partir del hoyo 3 el grip del putter. Pasó de su habitual pinza al grip normal. Las sensaciones han sido buenas. «Sí me he sentido mejor, he tirado buenos putts y me ha servido», señalaba después.
La próxima semana llega el Valderrama Open de España, un torneo que está apoyado por su Fundación y en el que Sergio tiene puesta mucha ilusión, aunque no llega en el mejor momento anímico. «Me encanta Valderrama, es uno de mis campos favoritos y me encanta el Open de España. Quiero hacerlo bien, pero sinceramente habría preferido que fuera otra semana. Si hubiera podido cambiarlo lo habría hecho. Ahora mismo tengo la cabeza mal, aunque habrá que intentar afrontar el torneo de la mejor manera», explica.
