Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2016 El análisis de Pablo Martín: Ahí agarrado, como un gato…

El análisis de Pablo Martín: Ahí agarrado, como un gato…

Compartir

Estoy orgulloso de Rafa. Después de lo que le pasó en el hoyo 5 y en el final de los primeros nueve, todavía hizo una menos por la segunda mitad del Augusta National, ahí agarrado, como un gato. Estoy orgulloso por su actitud, porque se lo está currando. La verdad es que su actitud es la ideal y eso no sale solo, ni siquiera en un tipo tan inteligente como él, sino que se trabaja.

Hay que entender lo que pasa en esos greenes y, por tanto, lo que le pasó a Rafa en el 5. Si pasa una vez, se queda en la anécdota de la semana. Si, como vemos, pasa varias veces cada día, entonces es que está ocurriendo algo. Yo no he jugado en Augusta, pero por lo que ves y te cuentan, los greenes, además de ser muy movidos, están rapidísimos, y si a eso le unes un viento racheado y traicionero… Se puede llegar a pasar muy mal.

¿Y Sergio? Como bien podéis entender, un 81 no va cambiar mi manera de pensar. Ni uno, ni veinte 81. Mantengo todo lo que expuse ayer.

El Masters está al rojo. Hoy no voy a apostar por nadie, que luego pasa lo que pasa. Mejor no dar nombres. Sólo diré que me encantaría que ganara un señor rubio, de unos 58 años, que en su día ganó cuarenta y tantos torneos del circuito europeo. Está bien, daré un par de pistas más, que está difícil: es alemán y tiene dos chaquetas verdes. Hasta ahí puedo leer.

Ya que dicen que no va a haber viento hoy domingo, a lo mejor tenemos un buen festival de birdies. Y en esa situación es imposible dar un claro favorito. Va a ser una jornada de Guiness, por todos los récords que pueden darse: el primer ganador nipón, o el de más edad en la historia de los grandes, o el que gana siendo novato, o el que gana un Grande por primera vez… O el que  gana el Masters dos veces seguidas y acumula un segundo puesto y dos primeros en tres apariciones (¡madre mía!). Jornada de Guiness, si ustedes quieren, porque también puede acompañarse con una cervecita y las clásicas papas fritas. Yo no me la pierdo.