Poco antes de las nueve de la mañana, hora local en Augusta, Sergio García recibía una buena noticia de los médicos y los fisioterapeutas que han revisado su dolorida muñeca derecha. La molestia existe, pero no es nada grave.
No es que Sergio estuviera muy preocupado, pero ya saben que la muñeca es una zona vital para un golfista y la inquietud era inevitable. No hay riesgo de que el problema vaya a más, que al final es lo más importante. El propio García confirmaba que su muñeca está preparada para el Masters. «Sí, sí, está bien. Los fisios han tratado la muñeca esta mañana y me encuentro mucho mejor. Sin problemas», afirmaba rotundo.
Sergio ha jugado después nueve hoyos en compañía de Jim Herman, el último jugador que ha logrado clasificarse para el Masters tras su victoria en el Shell Houston Open. El español ha estado ayudando mucho al novato, explicándole sobre todo dónde pueden estar las posiciones de bandera y cómo se mueven los ‘greenes-toboganes’ de Augusta.
Se ve tranquilo al español, sabiendo que las semanas del Masters siempre se hacen largas por lo que es mejor tomarse cada día con calma. Mantiene su discurso moderado de cada previa de Masters. «Lo que cuenta es lo que hagamos a partir del jueves. Ahí es cuando las sensaciones tienen que estar bien», asegura. En este sentido, las condiciones podrían ser un buen aliado para el español, al menos si se mantiene lo que marca la predicción meteorológica en estos momentos. Se prevé viento, de entre 25 y 30 millas por hora, una cosa que ya empieza a ser seria por estos lares, y los greenes están ya muy rápidos. De hecho, Mike Weir, que lleva ya unas cuentas ediciones del Masters a sus espaldas, le reconocía a Rafa Cabrera Bello que nunca había visto tan rápidos los greenes un martes.
El viento que se espera, además, sobre todo viernes y sábado, es el más incómodo para Augusta, del Norte. Si sopla en esta dirección pilla en contra en tres de los cuatro pares cinco, por lo que los grandes pegadores ya no tienen tanta ventaja y las opciones de eagle y birdie disminuyen.
Con este panorama, todo apunta a que no veremos un Masters con tantos birdies como el año pasado. Incluso, algún analista como Johnny Miller no descarta que se acabe ganando sobre el par, algo que descarta absolutamente Sergio. El español tiene sus propias cuentas: «Sobre par lo dudo mucho porque este campo te da opciones de birdie, no lo creo sinceramente. Sí podría ser, si se mantiene la previsión del tiempo y no llueve mucho el jueves, es decir, los greenes siguen duros toda la semana, un menos cinco o menos seis para ganar«, afirma.
Si el ganador se mueve en cinco bajo par, la cifra le puede venir muy bien a Sergio, y esto ya no lo dice el golfista de Borriol, sino que lo decimos nosotros. Está comprobado que cuanto más duro es un torneo, si García está bien, y parece que ha llegado bien a esta semana, es bueno para él.
