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El canario firma una luchada vuelta de 73 golpes y estará el fin de semana

Rafa asegura el corte en su primer Masters con garra y mucha brillantez

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Rafa Cabrera Bello (+3) ha asegurado el corte en su primer Masters de Augusta. El canario ha librado una sensacional batalla contra el recorrido de Georgia. Una montaña rusa en la que ha habido de todo y donde fundamentalmente ha demostrado carácter y confianza en su juego.

La segunda ronda de Cabrera Bello en el Masters no ha sido precisamente una balsa de aceite, más bien al contrario. El primer bogey caía muy pronto, en el hoyo 2. Tropiezo siempre doloroso, pues se trata de un par 5 donde mentalmente el jugador está pensando en el birdie. Sin embargo, Rafa ha seguido a lo suyo, convencido de su juego, con la cabeza alta y sin arrugarse ni un momento.

Hoy ha conseguido liberar más y mejor el putter en los greenes. Es lo que tiene este jugador canario. Aprende cada día. Siempre avanza. Siempre hacia delante. Una buena muestra fue su birdie en el hoyo 5 desde el antegreen, con un putt de unos veinte metros. «Hoy he conseguido salir con menos miedo, aunque manteniendo el respeto, porque eso nunca se lo puedes perder ni a este campo, ni a estos greenes. Antes de salir a jugar me he dicho: los putts que pienses que los tienes que tirar a morir, sigue tirándolos así, pero los que veas que son cuesta arriba tira a meter y si te pasas medio metro o un metro, pues metes el de vuelta y ya está. Aún así he cometido algún tripateo porque no es nada fácil», aseguraba Rafa tras firmar la tarjeta.

En el hoyo 6 llegaba un nuevo mazazo en forma de doble bogey. Palo duro porque se colocaba con +4, aún en zona de seguridad pero cerca de lo que ya se calculaba que va a ser el corte. Situación delicada y además a su lado Davis Love III venía jugando muy bien y haciendo muchos birdies. La respuesta de Rafa fue un soberano birdie en el hoyo 8 (par 5), tirando de tres a green y metiendo un putt excelente. Nueva lección de fortaleza mental y autoestima.

Ha sido una ronda de golf en el alambre, tanto por el resultado como por el juego. Tan pronto pegaba un golpazo fantástico como se metía en algún problema. «He cometido errores, algunos por novato, y otros que sinceramente aún no me explico, pero es lo que tiene este campo», reflexiona. Uno de esos errores llegó en el approach del hoyo 11, un salto de rana para acabar con un buen bogey. «No digo que fuera un golpe fácil, pero en cualquier otro campo estaba claro. Tenía mucho green para trabajar y sí, el agua es una amenaza por la izquierda de green, pero sacas la bola por la derecha y ya está. Sin embargo, nada más ponerme a la bola ya noté que el suelo estaba duro y en ese momento Augusta se convierte en Angustias y dices: verás que como le pegue un poco limpia me puedo ir al agua… y pasa lo que pasa. Eso lo considero un error de novato, de no conocer el campo y no sentirte del todo cómodo», señala.

Recapitulen: hoyo 11, comienza el siempre temido Amen Corner, cae un bogey y Rafa se vuelve a colocar +4. Desde luego no es una situación idílica… Su reacción: birdie al 12 y birdie al 13. En un visto y no visto alejaba el corte varios kilómetros. Sacó otro buen par en el hoyo 14, tirando un magnífico putt de birdie desde la zona pelada, corta de green, otro par en el 15, jugando de nuevo de tres, tras fallar la salida por la derecha, y un doloroso bogey en el 16. Su tiro fue extraordinario. Apenas le faltó un palmo para haberla dejado a metro y medio para birdie, pero ya saben cómo se las gasta este diabólico green. La bola fue cayendo lentamente por la pendiente hasta quedarse a quince metros de la bandera. Desde ahí, tres dolorosos putts…

La vuelta estaba siendo un auténtico tobogán y no podía acabar de otra manera. Pegó un gran tiro en el hoyo 17 buscando trapo, pero se fue algo largo de green y tuvo que hacer la recuperación. Un buen chip, algo tímido y putt de par fácil. En el hoyo 18 volvió a fallar por la derecha y mandó la bola a los árboles. Otro momento delicado. «Sabía que con la salida estaba poniendo en peligro el +4 o incluso algo más porque dependía de cómo se hubiera quedado la bola. Sólo he podido sacarla a la calle y he jugado al bogey. Estaba convencido de que con el +4 pasaba. Realmente nunca he llegado a pensar que no fuera a pasar el corte», asegura. Por si acaso, tirazo sensacional y putt de par de un metro. Sacando puño. Primer Masters. Primer corte. Mucha garra.

Rafa ha asegurado el corte en Augusta, sin duda la principal presión que tenía esta semana, el primer objetivo, y lo ha conseguido con margen. Ahora toca disfrutar. Cualquier cosa puede ocurrir con un Cabrera Bello aún más suelto en el campo y con todo lo que ha ido aprendiendo en estos días. En el recuerdo, lo que hizo el último fin de semana en Houston… Pidan ración extra de mojo picón para el fin de semana. «Es un campo muy difícil, de los más difíciles del mundo, pero yo disfruto con esta lucha y sé que tengo las armas para doblegarlo, porque ya he jugado en otros campos muy complicados y lo he hecho bien. Hoy el tío me ha vuelto a ganar, pero espero seguir mejorando y llevarme yo el gato al agua en las vueltas que restan», sentencia.