Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2016 Sergio supo esperar e hincó el diente cuando vio la ocasión
Muy buen comienzo del jugador español en Augusta con una vuelta de 69 golpes

Sergio supo esperar e hincó el diente cuando vio la ocasión

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Sergio García (-3) marchaba dos sobre el par después de cuatro hoyos. No era precisamente el comienzo soñado de Masters de Augusta. Tres putts en el hoyo 2, otros tres en el 3 y un approach y dos putts en el 4 cargaban la mochila con apenas una hora de juego y un despliegue de golf notable del español. Porque Sergio estaba jugando bien: en el 1 cazó calle y green, en el 2 pateó para eagle, en el 3 para birdie y en el 4 se quedó en el antegreen tras pegar un tiro que buscaba el trapo. Si de algo pecó en estos dos últimos hoyos fue de estar por encima del hoyo, una máxima a evitar siempre en Augusta.

El paseo del green del 4 al tee del 5 no fue fácil. Hubo que tragar saliva, y mucha, sobre todo teniendo en cuenta los antecedentes de Sergio en el Masters. Y es que lo hizo. Contento no estaba, pero la echó al suelo. De nada sirve en Augusta calentarse y mucho más con tanto golf por delante. García no le dio muchas vueltas. Sabe perfectamente que así es este campo. A veces, ni jugando bien consigues estar bajo par, así que no quedaba otra que apretar los dientes y seguir confiando en el juego, que estaba ahí.

Sergio siguió jugando bien, pegando dos tiros muy buenos en el hoyo 5, otros dos excelentes en el 8 y una espectacular en el 9, tras el que llegó el primer birdie. Psicológicamente fue importante quitarse un golpe de encima antes de pasar a los nueve segundos. Sergio jugó entonces de manual. Consiguió cuatro birdies consecutivos entre los hoyos 13 y 16 y se disparó en la clasificación. Nuevamente apoyado por el bueno juego. En el 13 y en el 15 pateó para eagle, en el 14 la dejó dada y en el 16 a metro y medio. Pim, pam, pum.

El golpe del 15 fue muy especial. «No estaba fácil el 15 para llegar de dos, pero pegué un buen drive y después un hierrazo 3 a 240 yardas del hoyo. Aún así no fue fácil hacer los dos putts», señala. En el 18 llegaría otro tirazo, éste tras fallar la salida por la derecha. Se le quedó entre árboles. «Tenía un hueco de un metro y medio y necesitaba tirarla por encima de una rama y por debajo de otra. Por suerte no tenía que mover la bola, era un tiro recto a bandera. Pegué un panchito con el hierro 7 a unas 166 yardas y salió muy bien», señala Sergio.

García tiene mucha experiencia en Augusta. Son ya 18 años jugando este campo, tiempo de sobra para saber que una vuelta en el Masters es ‘molto longa’ y que tan pronto puede cambiar para bien como retorcerse y acabar haciéndose un nudo. Por este motivo, nadie le va a apartar de la prudencia. «Es un buen comienzo, pero no es más que la primera vuelta. Paso a paso. Queda muchísimo». De momento, está colocado en la cuarta plaza tras hacer 69 golpes.