Conversación entre jugador y caddie en el tee del hoyo 1 del Augusta National. Los protagonistas son Sergio García y Glenn Murray. El fuerte viento en contra que azota sus caras mientras planean el primer golpe lo dice todo. Sergio mira a su caddie y le dice: «Glenn, hoy tenemos que ser buenos el uno con el otro, es muy posible que peguemos un buen golpe y vamos a parecer idiotas porque igual la pelota se queda treinta metros corta o larga si la coge el viento, así que paciencia y vamos a apoyarnos».
Han cumplido la receta a rajatabla y la consecuencia ha sido una vuelta de 71 golpes sin bogeys, el único jugador del día que lo ha conseguido. Cuarto puesto provisional en el Masters de Augusta. El buen karma ha funcionado.
García ha llegado al campo con la lección bien aprendida. Hoy tocaba poner toda la energía positiva en el asador. Ya antes de tener la conversación con Glenn en el tee del 1 ha demostrado que hoy no le iban a coger en un renuncio. Ha llegado al putting green y ha saludado con una sonrisa de oreja a oreja a Lowry, Westwood y al caddie de Jimmy Walker. Ha bromeado con el inglés y hasta ha tenido un par de guiños divertidos con una veterana aficionada.
Sergio ha jugado al golf con espíritu positivo, que no quiere decir frívolo. Ha estado muy concentrado y, sobre todo, ha sabido exprimir su juego corto. También ha recordado en algunos putts de par al Sergio de Dubai o la Ryder.
Acabar este jueves los 18 hoyos en Augusta sin cometer un solo bogey es una auténtica machada. No está al alcance de muchos. El viento te podía volver loco y, sobre todo, meter putts se hace mucho más complicado. El buen karma funciona en Augusta y Sergio tratará de mantenerlo hasta el domingo cuando meta el último putt. Tiene claro que es la única manera de darse una opción de victoria. Todo lo demás, ya lo tiene.
Aquí os dejamos el análisis de la vuelta que ha hecho Sergio García…
