Se esperaba con mucha expectación la preparación del Augusta National para la ronda final del Masters. Había mucho interés por saber si pondrían las banderas de siempre, las clásicas y míticas del domingo, o si por el contrario decidirían dar uno, dos o incluso tres giros de tuerca buscando un escenario más exigente y complicado. Hay que tener en cuenta que Dustin Johnson está a tiro de récord y no es algo que haga mucha gracia a los rectores del coloso de Georgia.
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La primera conclusión a la vista de las banderas es que Augusta no ha querido cambiar demasiado su plan habitual. Hay banderas nuevas y diferentes al año pasado, por ejemplo, pero la modificación no ha sido radical. Los cambios más llamativos son en el 16. Se ha colocado arriba y a la derecha, complicada. No veremos las habituales opciones ingentes de hoyos en uno como suele ser habitual con la bandera corta y a la derecha clásica de los domingos. (En esta imagen pueden ver las banderas del domingo en 2019, a la izquierda, y las que veremos hoy a la derecha).
También son llamativos los cambios en el 5 y en el 11. Las dos banderas están al fondo de green, por lo que en estos hoyos, ya de por sí largos, se complicará mucho el par. La del 4 vuelve a estar corta, algo que extrañó no ver el año pasado, y en el 13 se deja una oportunidad más clara de eagle que con la bandera corta del año pasado. En el 15 también está más centrada, más de eagle y en el 17 también se ha dificultado. Se ha puesto muy pegada a la derecha.
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Las banderas que siguen igual son las del 2, 3, 6, 7, 10, 12 y 18. Concretamente, la del 7 volverá a estar en esa olla que genera mucha expectación porque incluso se puede ver algún eagle desde la calle. Otras banderas que han cambiado un poco, aunque están muy parecidas son en el 1, 8 y 9. Este es el plan de Augusta.
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No obstante, la gran novedad de este domingo es la presencia de un invitado al que no se esperaba: el viento. Va a ser el día que más sople en la semana y se va a dejar sentir. De hecho, va a empezar suave y se espera que vaya en aumento a lo largo de la mañana y que alcance su máxima intensidad cuando se esté decidiendo el torneo. Concretamente, se podrían alcanzar rachas de 32 kilómetros por horas, algo que en Augusta sí puede ser determinante e influir directamente en los resultados.
Las salidas, por cierto, se han retrasado diez minutos por la niebla.
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