Bryson DeChambeau ha abierto su alma y, sobre todo, su libro de yardas para compartir con todos cómo va a jugar Augusta National. El campeón del US Open, el científico loco dispuesto a revolucionar el golf con su pegada infinita (y muchas otras cosas), ha puesto todas las cartas sobre la mesa ante los periodistas. Si quieren saber de qué manera va a influir su pegada en este Masters, no se pierdan esta letanía. El propio DeChambeau ha descubierto qué palo va a pegar de dos en cada par 4 y par 5 de Augusta. Vamos a ello…
Hoyo 1: «La pongo a 60-70 yardas».
Hoyo 2: «Pego un hierro 7 de segundo a green».
Hoyo 3: «Tiro a green».
Hoyo 5: «Con viento a favor hierro 9 de dos, sin viento lo normal es que sea un hierro 8».
Hoyo 7: «Pego wedge a green de dos».
Hoyo 8: «Un hierro 6 suave a green».
Hoyo 9: «Estaré entre el 48 y el 53 grados».
Hoyo 10: «Un hierro 9 como mucho».
Hoyo 11: «Pitching wedge. Ayer le pregunté a Tiger qué pegaba él en 1997 y me dijo que pitching wedge. Bien, respondí yo, esto mola».
Hoyo 13: «Si cojo la línea más agresiva cortando por encima de los árboles y pego un golpe de draw muy fuerte y alto, me dejaré de dos un pitching wedge».
Hoyo 14: «Se juega contra viento, ninguna locura».
Hoyo 15: «Pegaré hierro 8 de segundo».
Hoyo 17: «Es viento en contra y pegaré el hierro 8».
Hoyo 18: «Pegó por encima de los búnkers de la izquierda y la puedo dejar a 100-110 yardas del hoyo».
Curiosamente, en cuanto a su manera de jugar Augusta, DeChambeau se sinceró y dejó claro que la ausencia de público es una buena oportunidad para él. «Tengo algunas líneas, como en el 13, tirando casi a la calle del 14, o en el 18 por encima de los búnkers de la izquierda que me costaría mucho más hacer si hay público y están en esas zonas. Así que para mí, aunque sea una pena para el torneo, en este caso me viene bien», matiza.
El plan que Jon Rahm se ha grabado a fuego para ganar el Masters
Este es el plan de juego de Bryson DeChambeau en el Masters, desvelado con luz y taquígrafos hoy en la sala de prensa del Augusta National. Eso sí, también ha desvelado que todo esto es sin poner en juego la nueva varilla de 48 pulgadas más larga que le permite tener más velocidad de swing y, por tanto, hace más distancia. «Aún no sé si la pondré en juego esta semana porque es pronto, es el Masters y es un territorio un poco desconocido. La probé por primera vez ayer en el campo de prácticas y lo cierto es que fue muy bien. Aumenta mi velocidad de swing a 143-144 millas, tengo la misma dispersión que con la varilla de 45 y menos spin. Todo es muy prometedor. Si hago caso a los datos no hay razón para no ponerla en juego el jueves. Veremos. Ha sido más prometedor de lo que esperaba», explica.
Una puntual reflexión acerca de Jon y la pandemia
Lo que descarta por completo es la posibilidad de llevar dos drivers en su bolsa, algo que ya hizo Phil Mickelson años atrás en Augusta. «Eso no lo voy a hacer. Iré a muerte con la decisión de que tome. Si utilizó el de 48 pulgadas, que también podría ser de 47,5, irá sólo con la madera 3. Entre otras cosas porque con la madera 3 ya hago suficiente distancia. En el peor, peor de los casos, la tengo en la recámara», apunta.
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DeChambeau admitió que le está pegando aún más fuerte que en el US Open, que su fuerza y su distancia va a más y que ahora mismo no le ve techo. Va a seguir explorando sus límites, aunque matiza: «me gustaría dejar bien claro que no se gana el US Open únicamente pegando fuerte. Esa semana pateé muy bien, pegué muy bien a los wedges y a los hierros y recuperé también muy bien, de lo contrario no habría ganado el US Open. Esta semana, si quiero ganar, será igual, tendré que patear muy bien, pegar muy bien a los hierros y a los wedges. No hay otro camino. De lo contrario no tendré opciones», sentencia.
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En este sentido, DeChambeau, en su línea de poner todas las cartas encima de la mesa, aseguró que las próximas horas de prácticas antes de empezar el torneo las va a dedicar en exclusiva y con máxima intensidad a los greenes. En Augusta no están permitidos los libros de greenes y Bryson va a suplir esta carencia con trabajo. «Voy a analizar de manera minuciosa cada posible posición de bandera y todas las caídas de los greenes. Me voy a dedicar a eso los dos próximos días. Lo quiero tener muy bien asimilado», señaló.
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En cuanto al juego corto en Augusta, DeChambeau está convencido de que le puede ir muy bien. «Me gusta mucho chipear con golpe bajo y a rodar y aquí se hace mucho. Es un campo para tener más creatividad alrededor de green, no como en Winged Foot, donde casi todo era globo, a las nubes y pararla. Aquí se juega más con los contornos y siempre se me ha dado bien. Espero tener una buena semana», explicó.
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Por último, en cuanto a si la victoria en el US Open le ha cambiado algo, DeChambeau afirmó que se sigue viendo como un tapado. «Estoy feliz de ser campeón del US Open. Me ha servido para quitarme eso de encima, ya tengo mi primer Grande, pero poco más. Ahora se trata de ir a por más. No me quiero parar ahí. Así que en el fondo no me ha cambiado mucho», remata.
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