Pocos desmenuzadores de campos más precisos y afilados hay en el mundo del golf como Tiger Woods. Siempre conviene escucharlo. Se equivoca a veces, como todos, pero muy poquito. Hemos oído hablar hasta la saciedad de un Augusta National más largo y pesado. Es lógico. La humedad y la pesadez otoñal del ambiente hará que la bola vuele menos y, sobre todo, ruede menos en la calle. Menos distancia = palos más largos a green. Eso ya lo hemos aprendido todos de memoria. Sin embargo, Tiger deslizó ayer otro detalle más jugoso y original del que nadie se había percatado o, al menos, no había sido aireado públicamente. Aprochar alrededor de green este año va a ser más difícil…
Podcast: Cuando viene Mickelson y te roba tu momento de gloria…
Tiger ha lanzado la seria advertencia, aviso a navegantes. «Recuperar alrededor de green este año va a ser una desafío muy importante. Al jugar en noviembre hay más hierba bermuda de lo habitual y el ryegrass (otro tipo de césped) está algo irregular. Esto va a provocar que la bola se quede más asentada y aprochar va a ser diferente. Normalmente, aquí se hacen mucho ‘bump and run’ (chip que pegas contra la entrada de green, da dos o tres botes y se dirige al hoyo rodando) y se puede pellizcar más la bola y darle efecto. Este año va a ser diferente», asegura. Ahí está la llamada de atención.
Al haber más hierba bermuda alrededor de green la bola tiene más riesgo de formar nido, irse más al fondo y así es más complicado ejecutar el chip rodado. Es decir, en principio vamos a ver este año más golpes de recuperación por alto, muy pocos habituales en primavera en Augusta. Curiosamente, Tiger realizó esta disección apenas unos minutos después de que Bryson DeChambeau confesara que se encuentra muy a gusto con el chip rodado…
El plan que Jon Rahm se ha grabado a fuego para ganar el Masters
Más allá de este análisis, Tiger comentó que físicamente se encuentra incluso mejor que el año pasado, siente que su cuerpo está mejor, más fresco, aunque su obsesión, más allá del swing o de pegar mejor o peor a la bola, está en los greenes. «Mi objetivo es tener esta semana la misma buena sensación que tuve el año pasado en los greenes. Eso es lo que voy a buscar en las horas previas al torneo. No he jugado tan mal los torneos de este año. El problema es que no he terminado de encajar todas las piezas. Cada día me ha fallado algo. Cuando pateaba bien estaba mal con el drive y cuando estaba bien con el drive me fallaban los hierros. A ver si consigo juntar todo en Augusta y puedo hacer un buen resultado», señala.
DeChambeau pone todas sus cartas encima de la mesa
Tiger Woods busca la sexta Chaqueta Verde de su carrera, o lo que es lo mismo igualar a Jack Nicklaus como el ganador más prolífico del Masters. Durante la semana iremos resolviendo la gran incógnita de si Woods está realmente con posibilidades de revalidar el título de 2019. Eso sí, aunque lo consiga, parece imposible que pueda revivir la misma buena sensación del año pasado. «Todavía hoy cuando recuerdo lo que pasó aquí en abril del año pasado suelto alguna lágrima. Creo que esa victoria es imbatible por todo lo que supuso, de dónde venía, los problemas que había tenido y porque de algún modo cerraba un círculo impresionante. Gané mi primer Masters 22 años antes delante de mi padre y en 2019 lo hice delante de mis hijos. No hay ninguna sensación mejor», explica.
Tee times del Masters: Rahm y DeChambeau, cara a cara para empezar
