Jon Rahm no se esconde, ni se arredra, ni echa balones fuera, ni tira de tópicos cuando explica cómo ve sus opciones esta semana en el Masters de Augusta. El golfista de Barrika podría haber hecho como tantos otros, acudir al tópico, al cada semana es diferente, al clásico ya veremos qué ocurre y qué sensaciones tengo el jueves. Podría haber bajado el listón de las expectativas, colgarle a otros el siempre pesado cartel de favorito y tratar de pasar por debajo del radar en estas horas previas al Masters. Sin embargo, ha hecho lo contrario… Ha sido sincero consigo mismo y con el mundo y ha dicho que se encuentra muy bien y que su objetivo esta semana es ganar.
El plan que Jon Rahm se ha grabado a fuego para ganar el Masters
«No voy a mentir. Me siento con mucha confianza. En el Zozo le pegué de tee a green mejor que nunca, sobre todo el domingo y el fin de semana. Estoy feliz de dónde me encuentro ahora mismo, contento fuera del campo de golf, al margen de lo que estamos viviendo con la pandemia, y contento también dentro del campo de golf. Ojalá pase algo especial esta semana», delizó con toda la intención del mundo.
En este sentido, hay que decir que algo cambió en las rondas de prácticas del Zozo. Así al menos lo ha desvelado el propio Rahm. Hay un gesto técnico que ajustó que ha sido mano de santo… literal. «Me di cuenta de que estaba pensando mucho en lo que hacían mis manos en el swing y lo que traté de hacer fue sentir más el swing con todo el cuerpo. No sé muy bien cómo explicarlo porque no es un pensamiento técnico, es más bien mental. Estaba pensando demasiado dónde ponía las manos todo el tiempo y claramente no funcionaba. Me fue mal en Las Vegas y empecé a hacer el swing sin pensar dónde estaban las manos. Sólo me aseguré de que mis caderas y mi cuerpo giraban bien a través del impacto. Empecé a pegar buenos golpes y cogí confianza. Se trató de pensar en la sensación más que en el proceso», explica.
Jon cumple hoy años y ‘busca’ otra carambola cósmica como la de DeChambeau
Del mismo modo, aunque no se reprocha nada de lo que sucedió el domingo en el Zozo, recordemos que se puso líder en los segundos nueve hoyos y se le acabó escapando el triunfo con dos bogeys en los hoyos 12 y 13, sí asegura que aprendió algo. «Trato de aprender siempre, cuando gano y cuando pierdo. Siempre se puede aprender. Pero no sé muy bien qué decir del Zozo porque los dos bogeys fueron por un cambio en el viento. Esas cosas pasan en golf. Si algo aprendí es que hay que aceptar lo que pase. Si se levanta viento en Augusta y hay rachas, nos van a pasar cosas así, no sólo a mí, sino a todos. Cada golpe cuenta y hay que recordar siempre que no se gana el primer día, pero sí se puede perder. Ojalá pueda firmar cuatro buenas rondas aquí y tener una opción el domingo», reitera.
Podcast: Y de repente aparece Nicklaus y ¡zas! ganchazo que te crió…
Precisamente, Jon no oculta lo importante que sería una victoria esta semana en Augusta, no sólo por su carrera, sino también por el golf español y su historia aquí. En este sentido, no dejó pasar la oportunidad para mandar un cariñoso recuerdo a Sergio García, ausente de esta edición tras dar positivo en covid-19. «Ser campeón del Masters significaría mucho. No hace falta que diga que es un torneo muy especial. Además, tiene una bonita y buena historia con España. Tres campeones. Tres ídolos míos. Me encantaría añadir mi nombre a esa lista. Y especialmente este año, que es un poco triste porque no está Sergio García por el covid. Lo siento mucho por él. Sé que ha sufrido con el covid, que ha perdido familiares y ahora lo tiene él. Le deseo una recuperación rápida. Hay mucha historia española aquí. Se cumple este año el 40 aniversario de la primera victoria de Seve aquí. Tenemos cinco Chaquetas Verdes. Ojalá yo pueda ser la sexta», sentencia.
Tee times del Masters: Rahm y DeChambeau, cara a cara para empezar
