Eagle a un metro en el hoyo 2. Birdie desde algo menos de tres metros en el 3. Puro de once metros y medio en el 4. Así, pim, pam, pum, arrancó uno de los mayores festivales de golf que se recuerdan en un Grande. La tercera ronda de Dustin Johnson (-16) en el Masters de Augusta ha sido una exhibición portentosa. Demoledora.
Ha entregado una tarjeta de 65 golpes, la mejor del día de largo, ha cogido todas las calles, ha cazado 17 greenes y, literalmente, no ha fallado un golpe, si acaso y siendo muy puntillosos el segundo del hoyo 18. Los dos momentos más delicados que ha tenido, por llamarlos de alguna manera, han sido sendos putts de metro y medio para par en los hoyos 5 y 18. Pare usted de contar. El resto ha sido una balsa de aceite.
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Esta actuación es prácticamente ciencia ficción en un día del movimiento de un Grande en el que a los diez minutos de empezar había nueve jugadores empatados en el liderato. Señoras y señores, esto no ocurre. Lo que ha hecho hoy Dustin Johnson es histórico. Como su resultado. Acumula un total de -16, igualando el mejor registro de siempre después de 54 hoyos en el Masters, rubricado por Jordan Spieth en 2015, y va camino mañana de hacer saltar por los aires el guarismo ganador más bajo. Necesita hacer 69 el domingo para superar a Tiger Woods y Jordan Spieth. Ambos vencieron en 1997 y 2015 con 270 golpes.
DJ lo ha hecho tan fácil, tan cómodo, tan asombroso, que por momentos transmitía la misma sensación de un chaval de 20 años que se mete en un partido de fútbol en el patio del colegio con niños de cinco. Un abuso. Ha jugado de manual. Es la segunda vez en su carrera que coge todas las calles en un Grande. La otra vez fue en Chambers Bay, en el US Open que le ‘robó’ Jordan Spieth sobre la bocina. Curioso, ahora puede batir su récord en el Masters… Son estos despliegues muy de DJ. Arranca siempre con fuerza y después contemporiza sin arriesgar mientras van cayendo birdies por castigo apoyado en un drive que recuerda a la maza de Thor.
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Nadie ha podido seguir su ritmo. Es como si hubiera dejado a todos sus rivales clavados. Sin respuesta. Han aguantado como han podido, pero ninguno ha conseguido brillar, especialmente Jon Rahm y Justin Thomas, de los que más se esperaba. Jon sufría un descarrilamiento en el hoyo 8 y Thomas ha estado muy irregular en los segundos nueve. Dustin Johnson corría hoy en un cinta con pendiente descendente y el resto estaba subiendo el Mulhacén.
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DJ saldrá este domingo con cuatro golpes de ventaja sobre Cameron Smith, Abraham Ancer y Sungaje Im. Ninguno de ellos ha ganado un Grande. Ninguno sabe ni siquiera lo que significa acercarse a ganar un Grande. A cinco golpes está Dylan Frittelli. Más de lo mismo. Demasiada ventaja para Johnson. Sus rivales de más entidad, siempre a priori y sobre el papel, son Justin Thomas, Jon Rahm y Patrick Reed y están a seis golpes el primero y a siete los segundos. Si no ha sentenciado el Masters, tiene toda la pinta. Una simple vuelta de par obligará a Rahm, por ejemplo, a hacer 65 golpes para empatarlo. ¿Se puede? Sí, claro que se puede, pero 65 golpes es la vuelta más baja que se ha entregado esta semana y se espera que el domingo las condiciones sean más difíciles. Además, Dustin Johnson suma diez rondas consecutivas bajo par en Augusta. Ha igualado el récord absoluto en poder de Tiger Woods entre los años 2000 y 2002. Por cierto, Jon Rahm llevaba nueve seguidas y se ha quedado sin la décima por ese bogey cruel y rastrero de hoy en el hoyo 18.
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No se puede dar por finiquitado el torneo porque tenemos muchos ejemplos de cataclismos en la última ronda de los Grandes y podría pasarle a Dustin Johnson. En cualquier caso, todo pasa porque alguien consiga estrechar el cerco sobre el líder a dos golpes o menos a falta de nueve hoyos y ver qué ocurre cuando aparezca en el horizonte el amen córner… Algo muy grandioso y especial debería ocurrir este domingo para que Tiger Woods no le acabe poniendo la Chaqueta a Dustin Johnson. Hasta tiene a favor la ausencia de público, pues cualquier intento de remontada va a sonar menos que otros años…
